LABORAL KUTXA BASKONIA - ESTRELLA ROJA

Después de una semana bastante mala, Laboral Kutxa Baskonia precisa regresar a la senda de los triunfos. La escuadra gasteiztarra recibe en Zurbano al Estrella Roja de Belgrado, un rival que suma las mismas victorias que los gasteiztarras en la Euroliga; es decir, dos, y que, como les pasa a los de Marco Crespi, bajan mucho sus prestaciones lejos de su cancha.

«Debemos dejarnos de excusas, seguir trabajando y proteger nuestra casa. Creo que formamos un buen equipo y si seguimos trabajando juntos, las victorias llegarán». Así de contundente hablaba Colton Iverson durante la semana. Aunque en principio Iverson llegaba a Gasteiz a cumplir un rol secundario, su capacidad de rebote, intimidación y defensa se han vuelto esenciales para el conjunto baskonista, sobre todo porque se nota en exceso su ausencia, como bien se pudo constatar en los partidos frente a Valencia Basket y Gran Canaria. Iverson se cargó de faltas y sus sustitutos bajaron el rendimiento defensivo notablemente, algo que Laboral Kutxa Baskonia no se puede permitir.

A este respecto, Marco Crespi también hablaba claro a la hora de subrayar la necesidad de mejorar atrás. «El lunes por la mañana tuvimos una reunión apoyada con vídeos muy larga donde hablé de la defensa. Ante Gran Canaria jugamos una defensa muy mala, y hemos hablado para poner reglas, de cómo seguir uno con otro. El tema de defensa es de piernas y de cabeza, y también de cómo me pongo yo de energía y puedo exigir a mi compañero, y cómo puedo pedir que asuma su responsabilidad», insistía el varesino.

Un rival «muy físico»

Todas esas claves defensivas serán bienvenidas si se aplican ante el Estrella Roja, un rival que ya el año pasado superó a los gasteiztarras en la primera fase -y a Bilbao Basket en la segunda fase de la Eurocup-, y que Marco Crespi -que tiene a un Lamont Hamilton aquejado de molestias musculares- definía como «un equipo muy físico».

«Son muy físicos. Marcus Williams tiene una gran capacidad anotadora, y Jenkins y Blazic tienen velocidad y agresividad. Además tienen a Marjanovic -2,21 metros- que puede sacarse ventajas él solo y no termina en canasta sino en mate».

Con todo, Crespi quiere descargar al plantel de obligaciones. «Este partido se debe ganar, pero prefiero decir que ganando el encuentro haremos algo muy importante», precisaba.