No hay semana -y esta no iba a ser la excepción- en la que Jan Urban no tenga que amoldar su once a toda una serie de contratiempos. Si frente a la Ponferradina fue la medular la línea que padeció el virus FIFA, ahora le toca a la defensa, debido a lesiones y previsibles sanciones. El técnico polaco va a tener que buscarse una solución de urgencia para cubrir el hueco que podría quedar en el eje de la zaga osasunista.

Todo va a depender de cómo respire hoy el Comité de Competición ante las alegaciones que ha presentado el club respecto a la roja de Vujadinovic y la quinta amarilla de Miguel Flaño. La entidad rojilla confía en que las imágenes de video demuestren lo equivocada de la redacción del acta de López Amaya, quien incorporó que el montenegrino había golpeado «con el brazo en la cabeza de un adversario», cuando en televisión se pudo apreciar que el salto fue limpio.

Los precedentes, sin embargo, no invitan al optimismo. El escaso feeling que tienen los diversos comités respecto a las reclamaciones osasunistas no hace abrigar muchas esperanzas, circunstancia que se suma a otro contratiempo añadido. Jon Echaide que, aunque últimamente jugaba como lateral derecho, se ha manejado como central, no parece vaya a recupe- rarse de sus problemas en los isquiotibiales que le obligaron a retirarse en el descanso del envite del pasado sábado.

El defensa de Barañain no se ejercitó ayer junto a sus compañeros, ya que sufre una microrrotura en el bíceps femoral izquierdo, por lo que el pesimis- mo sobre su posible concurso frente al Albacete prevaleció en el ambiente de Tajonar respecto a sus opciones reales para que pueda estar en el Carlos Belmonte manchego.

Manejo y salida de balón

Si a ello le sumamos que los dos miembros de la plantilla lesionados de larga duración -Oier y Lotiés- también pertenecen a esa misma zona del campo y que Unai García -otro de los candidatos- prosigue con sus problemas musculares, pues el panorama no puede ser más desalentador. Si nada de esto varía, Urban se va a ver obligado a buscar un parche de urgencia con el que restañar el centro de su defensa, retrasando a un futbolista que destaque por sus condiciones destructoras.

Y ahí es donde entran las serias opciones de que Nekounam sea el elegido para desempeñar dicha función. En momentos puntuales, al iraní ya le ha tocado ejercer en dicha posición, actuando con solvencia por su manejo y salida de balón. Ello dejaría con los justos para el doble pivote, que estaría compuesto por Raoul Loé -el camerunés también podría ser central, aunque parece menos probable- y Mikel Merino. Todo ello contando con el hecho favorable de que estos jugadores regresen sin ningún problema físico de sus respectivos compromisos internacionales.