«Lo más duro ha sido admitir sicológicamente que no estaba para competir»
El ciclista guipuzcoano ha decidido poner fin a su batalla para superar la fractura de la cabeza del fémur de su cadera derecha, sufrida tras una caída en la Vuelta de 2013, de la que no se ha podido recuperar. Le ha costado aceptarlo, pero no puede competir más y en su despedida se muestra agradecido por el apoyo de Caja Rural, que le ha mantenido este año en plantilla, y a Miguel Madariaga y Jon Odriozola.

Iván Velasco (Arrasate 1980) posa para GARA tras anunciar su despedida del ciclismo con las tres camisetas con las que ha corrido en profesionales con Orbea (2006), Euskaltel (2007-12) y Caja Rural (2013) y trasmite sus sensaciones en el adiós.
¿Cómo ha pasado este calvario hasta el anunció de su retirada?
He estado dentro de la plantilla del Caja Rural y he intentado recuperarme todo el año. Estoy muy contento porque en otro sitio no habría tenido la oportunidad de intentarlo. No tengo ninguna queja, se han portado de 10, me han apoyado a muerte, pero ha sido un año difícil. Tras caerme en la Vuelta todo el mundo me decía que era complicado que volviera a correr, no me lo quería creer, lo he intentado de mil maneras, pero he visto que la gente tenía razón y he aceptado que si no estás al 120% no se puede competir.
¿En algún momento vio cerca la posibilidad de competir?
Me operaron de urgencia en Zaragoza al día siguiente de la caída, me dijeron que iba a ser muy complicado. Al mes empecé la rehabilitación, pero no sentía la pierna igual. Consulté con un especialista de Barcelona, que me recomendó volver a operarme en noviembre para limar el hueso de la cabeza del fémur, que me había quedado en otra posición. En ese momento estaba esperanzado porque el que me trató era uno de los referentes a nivel estatal y comenté al equipo que si me daban la oportunidad quería intentarlo. Me dijeron que sí, en enero empecé la rehabilitación, que ha sido muy lenta con Andoni Ormazabal, el fisio con el que más confianza tengo, y tenía esperanza, pero con el paso de los meses se vio que la flexión de la cadera no iba como debía. Para dar una vuelta en bici normal no tengo problemas, pero para competir debes estar al 100% y por eso ha sido la decisión final. Lo más duro ha sido admitir sicológicamente que no estaba para competir.
¿Qué es lo máximo que ha podido andar en bicicleta este año?
Algún día he hecho tres horas, pero siempre con molestias. En una bici de crono ni podría ir con la postura de antes, debería modificarla. En la de ruta con el tiempo se me irrita la zona al forzar la cadera. Al pasar los minutos me molesta cada vez más.
¿Se acuerda de la caída mucho?
Le he dado mil vueltas, que si hubiera puesto la mano... Pero no tiene remedio. Fue una caída normal, entramos en una curva en un pueblo en el que había un poco de arena, se cayó un Garmin, toqué el freno y se me fue la rueda delantera. No puse la mano por inercia, porque se me había roto la muñeca, y amortigüé con el glúteo derecho y me rompí la cabeza del fémur.
¿Qué balance realiza de su carrera como profesional?
Ha estado marcado por las lesiones por caídas. No he podido tener la continuidad que quería. Estoy muy contento porque he podido cumplir un sueño que tenía desde pequeño y correr Giro, Tour y Vuelta y todas las carreras importantes. Si me lo dicen hace quince años me parecería impensable. Lo he podido cumplir y he disfrutado.
¿Con qué momento se queda?
Con el año 2010 en el que me vi con los mejores en Catalunya y País Vasco y pude debutar en el Tour. Pero justo cuando mejor estaba me caí en la Flecha y la preparación para el Tour se retrasó y no he podido dar continuidad al nivel que tuve entonces.
Fue uno de los corredores de confianza de Samuel Sánchez...
Dentro del equipo era el referente. Un gran profesional en todo, en la alimentación, en los entrenamientos, en vivir 24 horas para la bicicleta. Es un ejemplo a seguir. Como persona he coincidido bastantes veces en la habitación y en carrera y mantengo una buena relación con él. Siempre me ha ayudado, ha confiado en mí y se lo agradezco.
En su despedida destacó la ayuda de Miguel Madariaga...
Sin él muchos de los ciclistas que hemos pasado por Euskaltel no habríamos tenido esa posibilidad en otro equipo. Le debemos mucho y estoy muy agradecido a Miguel porque puso al Euskaltel en el Tour, lo convirtió en un gran equipo y nos ha dado la oportunidad de vivir las mejores carreras no como un equipo, sino como una pequeña familia. Guardo gran amistad con muchos de los compañeros del Euskaltel. También le doy las gracias a Jon Odriozola, el primero que confió en mí, y a Caja Rural porque este año me han apoyado muchísimo. En otro sitio no lo habrían hecho.
¿Qué planes de futuro tiene?
No sé, me gustaría estar vinculado con el ciclismo. Tengo estudios en Ingeniería, en diseño industrial, y podría tener relación con alguna empresa del sector.

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