Sin bandera propia
Durante uno de los encuentros que la selección vasca en el exilio disputó ante México en 1937, contó con un invitado especial. Era Martí Ventolrá, magnífico extremo catalán que también había tenido que salir del Estado español por cuestiones ideológicas. Su hijo José formaría parte de la selección mexicana que disputó la Copa del Mundo de 1970. Una historia entre muchas, sin bandera propia.

HISTORIAS DEL DEPORTE VASCO
1968
Ignacio Sola, aquella media hora de plusmarca olímpica en salto con pértiga
El deporte vasco se nutre de un sinfín de historias que han quedado soterradas por el paso del tiempo y también la falta de estructuración y reconocimiento internacional. Una de las más destacadas es la del bilbaino Ignacio Sola. Ocurrió el 16 de octubre de 1968, durante los Juegos Olímpicos de México DF.
Se celebraba la prueba de salto de pértiga y Sola logró alcanzar los 5 metros y 20 centímetros, superando así la plusmarca olímpica que había establecido el estadounidense Fred Hansen durante la cita celebrada en Tokio cuatro años antes.
El éxito duró apenas media hora, ya que los siguientes competidores superaron su marca hasta dejar al vasco en noventa posición. Pero la hazaña quedó ahí como un jalón para ser recordado en el futuro.
El oro fue para el también estadounidense Bob Seagren, tras llegar hasta los 5,40. Desde entonces la especialidad ha avanzando mucho y lejos de dicha cifra se encuentran los 6,16 del galo Renaud Lavellenie el pasado mes de febrero.
1948
Ibone Belaustegigoitia, la primera mujer vasca en unos juegos olímpicos
Nacida el 23 de mayo de 1930 en Bilbo, Ibone pronto tuvo que exiliarse junto a su familia. Eta hija de Jose Mari Belaustegigoitia, histórico jugador del Athletic y la selección vasca además de fundador del partido ANV. En una familia eminentemente deportiva, Ibone se especializó en los saltos, lo que en México se conoce como las «clavadoras». Participó en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, al igual que su hermano Iker en la modalidad de vela. Ambos defendiendo los colores de la delegación mexicana, pero con Euskal Herria en el corazón. La otra hermana, Bibiñe, también fue una destacada tenista.
La vida de Ibone cuenta con una serie de elementos cinematográficos. Así, tras lograr medallas en los Juegos Centroamericanos de 1950, decidió emprender una nueva aventura como misionera en Japón. Posteriormente abandonó el camino de la religión para regresar a México y contraer matrimonio. Lo que no dejó nunca es el deporte, ya que con 84 años aún continúa en activo y es miembro del Salón de la Fama de la Federación Internacional de Natación. En 2012 recibió uno de los premios Sabino Arana en honor a su trayectoria.
Los hermanos Belaustegigoitia no son los únicos deportistas vascos que han defendido otros colores aparte de los de Euskal Herria, España o Francia. Y es que Ramon Unzaga Asla fue el capitán de la selección chilena durante los campeonatos sudamericanos de 1916 y 2020. Nacido en Bilbo en 1884, a los 12 años se trasladó junto a su familia al cono sur. Forma parte de la leyenda y se le atribuye la invención del remate de «chilena» debido a los acrobáticos disparos que realizaba en el aire. Higinio Ortuzar, en cambio, hizo el viaje inverso. Hijo de vascos, nació el 10 de enero de 1915 en Santiago de Chile y tras volver a Euskal Herria pasó por el Erandio, Barakaldo, Athletic, Valencia y Valladolid.
1980-2014
Zubizarreta, Etxeberria y Amorebieta, la tripleta vasca de la selección venezolana
Más recientes en el tiempo son las experiencias de Iker Zubizarreta, Unai Etxebarria y Fernando Amorebieta con la selección venezolana. Zubizarreta, nieto de un antiguo futbolista rojiblanco, fue el niño prodigio del fútbol «vinotino» y estuvo a punto de firmar por el Athletic a finales de los setenta, pero finalmente la directiva decidió no dar el paso. Logró marcar en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 y desarrolló parte de su carrera en EEUU.
El ciclista durangarra Unai Etxebarria, por su parte, vino al mundo en CAracas y defendió el maillot de su país de nacimiento en los Juegos de Atenas de 2004.
Hijo de un jugador de cesta punta que emigró a Venezuela para ser profesional, Fernando Amorebieta nació en la localidad de Cantaura. El actual futbolista del Fulham londinense retornó poco después a Iurreta con su familia. Tras formarse en Lezama y ser internacional con la selección española en categorías inferiores o disputar partidos con el combinado vasco, en 2011 debutó con Venezuela. El momento más destacado del defensa vasco con la elástica de la elástica de la «vinotinto» hasta el momento ha sido el tanto que marcó para derrotar a la Argentina de Leo Messi en octubre de 2011.
2015
¿Helena Boada con Eslovenia, Marc Crosas con México y Jonathan Soriano con Austria?
Fuera de Euskal Herria también existen casos así. Uno de los más significativos, el de Helena Boada, jugadora de basket que milita en Liga eslovena y que se ha mostrado en numerosas ocasiones partidaria de la independencia de Catalunya y de renunciar al pasaporte español. Está dispuesta a jugar con la selección eslovena, a cuya nacionalidad podría acceder debido a su relación con el también baloncestista Jaka Lakovic y es muy activa en las redes sociales.
Otro que también ha mostrado su apoyo público a las tesis independentistas es el futbolista Marc Crosas. Natural de la localidad gerundense de San Feliú de Guixols y primo del exportero blaugrana Albert Jorquera, ha jugado en el Barça, el Olympique de Lyon, Celtic, Rubin Kazan o Volga ruso. En 2012 fichó por el Santos Laguna mexicano y en mayo del presente año firmó por los Leones Negros de Guadalajara. El pasado 8 de diciembre se confirmó su naturalización como mexicano. Por tanto, podrá ser convocado para jugar con la selección del Tri.
En Austria suspiran por poder contar con Jonathan Soriano. El delantero de la cantera del Espanyol está causando sensación allí. Hasta el momento ha disputado un total de 92 partidos con el Red Bull de Salzburgo anotando la friolera de 86 goles. Esperanzados por la buena marcha de su selección en el inicio de la fase de clasificación de cara a la Eurocopa de 2016, diferentes medios austriacos especulan con la posibilidad de que Soriano refuerce a su combinado nacional. Sin embargo, no parece algo sencillo ya que la legislación de aquel país obliga a una permanencia legal e ininterrumpida durante cinco años en el mismo para otorgar la carta nacionalidad. Jonathan Soriano llegó a Austria en enero de 2012, por lo que no parece factible que obtenga el pasaporte en breve.
Por el momento forma parte de los convocados por Gerard López para medirse a la selección vasca hoy en San Mamés. Una apuesta en la delantera para un futbolista que salió de la cantera del Espanyol, debutó con el primer equipo del Barça y tuvo que hacer las maletas para poder triunfar.

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