Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR La actualidad

La emoción del capitán

Siete años después de llegar al Eibar y tras 19 semanas de espera, Txema Añibarro debutó el pasado viernes en Primera.

Se acababa el descanso en el Nuevo Arcángel y la tablilla de los cambios se iluminó junto a los banquillos. 4 y 5. Borja Ekiza se quedaba en vestuarios y era Txema Añibarro el que se situaba en el centro de la defensa junto a Raúl Navas para disputar la segunda parte del choque frente al Córdoba.

Un instante que, posiblemente, no llamó demasiado la atención en el mundo del fútbol pero que su protagonista, y también la familia armera, aguardaba con ansia. A sus 35 años, siete después de llegar al Eibar y tras 19 jornadas de espera, Txema Añibarro, el capitán azulgrana, disputaba sus primeros minutos en Primera. Un sueño que ha alcanzado cuando su carrera se acerca al tiempo de descuento pero que espera, posiblemente más por ese mismo motivo, disfrutar al máximo.

Reconoce Añibarro que tras las celebraciones en mayo y la ilusión de la pretemporada en julio, y pese a que ya pudo vestirse de corto en Copa, la espera hasta esos primeros minutos sobre un césped de Primera se le han hecho largos y complicados. «Si dijera que no, estaría mintiendo. Ver que no participas mucho te va afectando moralmente -admite-. No se nota a la hora de trabajar pero fuera de los entrenamientos, de lo que es el día a día del equipo... lo notas, tienes subidas y bajones... Eso nos pasa a todos los que estamos en esa situación. Pero hay que saber afrontarlo y hacerse más fuerte, de todo se aprende». Y, posiblemente, también se disfruta más al cruzar la línea de meta cuantos más obstáculos se han superado por el camino. «Todo lo bueno se hace esperar», sonríe el central vizcaino, que reconoce, además, que su debut fue, si no perfecto, sí como para acabar «muy contento. Con todo, con el debut, con el punto que salvamos, con las sensaciones... Son muchos recuerdos para guardar, todo lo que pasó ese día».

Empezando por la sorpresa que le supuso saltar al campo. Tanto tiempo aguardando y cuando llega, lo hace de forma inesperada. «Me pilló por sorpresa -confiesa Añibarro-. Pero me vino hasta bien porque así no me dio tiempo a pensarlo demasiado antes y no estuve danto vueltas a la cabeza».

Una vez en el campo, el jugador se sintió «bien», aun reconociendo que respecto a sus compañeros, mucho más rodados, le falta «ritmo de competición, sensaciones..., de todo». Pero en caliente se sintió «bien, con buenas sensaciones». Y una vez acabado el choque, llegó también la emoción. «Cuando acabó el partido me emocioné un poco -reconoce-. Se te va haciendo una bola dentro y al final la tienes que soltar». No fue el único, su debut fue celebradísicmo por la afición eibarresa, que también le ha animado durante los meses de espera. «Estoy muy agradecido. Ver cómo te quiere la gente, cómo te aprecia...».

Todas esas sensaciones nunca volverán a repetirse pero Añibarro quiere conocer también otras. Como jugar en Anoeta o participar más a lo largo de la segunda vuelta. Porque el debut era una ilusión evidente, pero el objetivo del capitán va, lógicamente, más allá.

«Si por mí fuera, habría jugado los 19 partidos de la primera vuelta», sonríe el defensa vizcaino, que espera volver a tener minutos. «Nunca hesido conformista. El míster me conoce muy bien, a veces hasta lo llevo al otro extremo, me macaho más y quizá doy demasiadas vueltas a la cabeza», explica.

Las circunstancias pueden jugar a su favor. El club no ha suplido la baja de Albentosa y Navas no podrá jugar en Anoeta por sanción, con lo que Ekiza y Añibarro serán los únicos jugadores disponibles para el derbi. Es consciente el capitán, aunque tampoco quiere hacerse excesivas ilusiones. «Se ha marchado un compañero de mi puesto y se puede pensar que voy a tener más oportunidades pero no lo veo así. No depende de los que estemos, sino del trabajo que haga cada uno durante toda la semana -aseguró-. Yo voy a seguir trabajando al máximo, como intento hacerlo siempre, y luego el míster decidirá lo que estime oportuno».

El derbi

Es evidente, en cualquier caso, que le gustaría jugar en Anoeta. «Claro que sería bonito. Un derbi siempre es especial -subraya-, más que jugar contra un grande, por el ambiente que se crea, para la afición es una fiesta, además siendo el primer derbi de Primera en Anoeta es un partido histórico... Sería muy bonito poder jugar».

Y ganar. Un resultado por el que apuestan muchos, visto cómo ha concluido la segunda vuelta. Añibarro también confía en traerse los tres puntos, aunque no cree que quepa tildar al Eibar de favorito. «No sería correcto, aunque ahora estemos por encima en la clasificación. Además ellos se están jugando mucho y se notará, aunque nosotros tenemos que saber que nos estamos jugando tanto como ellos», subrayó.