Tomas Berdych dio la sorpresa ayer al derrotar a Rafael Nadal por 6-2, 6-0 y 7-6 (7/5) en los cuartos de final del Abierto de Australia. El séptimo cabeza de serie del torneo se impuso al tercero en 2 horas y 13 minutos de partido, y en semifinales jugará ante el escocés Andy Murray que eliminó el australiano Nick Krygios por 6-3, 7-6 (5) y 6-3. Nadal, ganador de 14 torneos del Grand Slam, se llevó el Abierto de Australia en 2009.

El mallorquín acumulaba 17 triunfos consecutivos contra el jugador checo desde hace nueve años, y vio su racha cortada de forma fulminante, arrolladora, por el juego destructivo de Tomas, que estrena este año entrenador con el venezolano Daniel Vallverdu, que colaboró con Murray, y que se ha colocado el primero en la penúltima ronda y sin ceder un solo set en cinco partidos disputados.

De haber ganado Nadal, hubiera registrado el récord en la historia de victorias consecutivas (18) sobre un rival. Negó por dos veces que estuviera lesionado: «Nada importante, son cosas que pasan en los partidos y nada que haya afectado y que vaya a ensombrecer una victoria justa como la de Berdych».

Se va el manacorí de Melbourne Park, como se fue Roger Federer al perder en tercera ronda contra el italiano Andreas Seppi y de esa parte del cuadro saldrá un finalista inédito. Dos campeones quedan en la otra parte, el serbio Novak Djokovic y el suizo Stan Wawrinka.

En el cuadro femenino, la segunda cabeza de serie de la prueba, la rusa Maria Sharapova, derrotó sin mayores problemas a la canadiense Eugénie Bouchard (N.7) por 6-3 y 6-2, esta jornada también en cuartos de final. «Vuela alto, canta nuestra canción», afirmó Sharapova en la cámara, tras ganar el duelo, en un claro mensaje a su novio el búlgaro Grigor Dimitrov, derrotado por Murray hace dos días en octavos.

La siberiana de 27 años, formada en Miami, posee cinco títulos del Grand Slam. Poco antes, con una gran actuación, su próxima rival, la también rusa Ekaterina Makarova (N.10), sorprendió y venció a la tercera favorita, la rumana Simona Halep, por un claro 6-4 y 6-0. Esto garantiza una finalista rusa.

Sharapova tiene un balance de cinco victorias y ninguna derrota ante Makarova, incluidas victorias en Melbourne en los cuartos de 2012 y 2013, y en cuatro de esas derrotas, Ekaterina fue incapaz de ganarle un set.

Será la segunda semifinal consecutiva de Makarova, después de la del pasado año en el Abierto de EE.UU. «Me siento cómoda aquí, hay una atmósfera que me trae recuerdos de Nueva York», dijo la rusa.