POLONIA - QATAR

ESPAÑA - FRANCIA

Solo el campeón del Mundial tendrá plaza asegurada en los próximos Juegos Olímpicos de 2016, uno de los objetivos más importantes para muchas selecciones. Cada dos años se juega un Mundial (con 24 equipos), y también un Europeo (con 16), pero los Juegos Olímpicos se disputan cada cuatro, tienen mucho más glamour, y una participación restringida a 12 selecciones. Brasil tiene plaza asegurada como anfitrión, como los campeones del Mundial y los cuatro torneos continentales (Africa, América, Asia y Europa), que se disputarán en 2015 y 2016. Las seis plazas restantes se decidirán en tres torneos preolímpicos, con un total de 12 selecciones, y las dos primeras de cada torneo irán a Brasil.

Para esos preolímpicos se clasificarán los seis equipos que queden del 2º al 7º en Qatar, los 4 subcampeones continentales, y los terceros clasificados de los dos torneos continentales de las selecciones mejores clasificadas en Qatar, es decir, el tercero de Europa y el tercero de Asia (el puesto que proporciona Qatar).

Los cuatro semifinalistas ya tienen el billete a esos preolímpicos asegurado, como tres de los cuatro cuartofinalistas (que entre hoy y mañana disputan la clasificación del 5º al 8º), pero el premio gordo será para el campeón, que además del título asegurará su presencia en Río.

Ese será otro de los alicientes de las semifinales que se disputarán esta tarde, por si fuera poco la lucha por las medallas. España y Francia protagonizarán un choque al más alto nivel, que cabía esperar en todos los pronósticos previos. Ambas han sido campeonas mundiales, y de las cinco últimas ediciones disputadas cada una ha ganado dos (2005 y 2013 España, y 2009 y 2011 Francia; y Alemania ganó la que organizó en 2007).

Pero el Qatar-Polonia es una auténtica sorpresa, sobre todo por la presencia de la selección árabe, anfitriona del torneo. Antes de empezar este Mundial, Qatar solo había participado en cuatro ediciones (2003, 2005, 2007 y 2013) con un balance muy negativo: 4 victorias (ante Australia dos veces, Groenlandia y Chile) y 21 derrotas en 25 partidos. Su mejor clasificación había sido la 16ª plaza en 2007.

Polonia no tiene ningún título en su palmarés, y su mejor clasificación fue la plata en el Mundial 2007 y el bronce en 2009 (también había sido tercera en 1982 y en los JJOO de 1976).

Si Qatar ha podido llegar hasta aquí, podría meterse en la final. Y no tiene tanto que ver con el potencial del equipo, sino con el momento anímico que atraviesa. Ahora mismo Valero Rivera les habrá convencido de que son capaces de cualquier cosa que se propongan, la autoridad competente garantizará el apoyo en las gradas y, en caso de duda, todos saben a favor de quien se equivocarán los árbitros. Las aspiraciones de Qatar pasarán por su esfuerzo defensivo y su portería, y los goles de Markovic y Capote, que llevan la mitad de los anotados por su selección. Si llega al tramo final del partido con opciones... todo podría pasar.

Polonia no es el peor rival que se podía encontrar a estas alturas, aunque si ha llegado es porque ha hecho méritos. Aun teniendo un bloque más compacto, no es que le sobren grandes jugadores, y en este Mundial se ha basado en su defensa y su veterano portero Szmal, y su primera línea, donde sobresalen Michal Bartosz y Jurkiewicz.

Los Juegos Olímpicos de 1992 marcan el arranque del boom del balonmano francés, que unos pocos años antes había iniciado España. Desde entonces son dos selecciones fijas en la élite mundial, aunque Francia haya sido mucho más eficaz en la consecución de medallas. En todo este tiempo ambas selecciones se han enfrentado cuatro veces con una medalla en juego, con dos victorias para cada una, y solo se han visto una vez como rivales en semifinales, hace un año, en el Europeo de Dinamarca, donde Francia eliminó a España (30-27) y acabó llevándose el oro -y España el bronce-. Ambas selecciones tienen de todo -y muy bueno- en ataque, en defensa, en la portería... y la victoria puede ser para cualquiera.