El buen uso de la memoria histórica es un combustible imprescindible para la paz emocional y social. Alberto Conejero coloca su mirada durante las horas previas al fusilamiento de un condenado a muerte republicano custodiado en su celda por un niño soldado. Dos jóvenes marcados por una guerra que deben mantenerse en sus roles hasta que la palabra va rompiendo barreras. La tensión se acrecienta hasta que entra una confesión del reo: su relación con Federico García Lorca, y la petición que le hace al muchacho de que entregue unos textos inéditos a otro miembro de La Barraca.

Esa confesión de amor se convierte en un bálsamo, se abren todos los poros, la situación trágica se suaviza para entrar en una profundidad fuera de toda contingencia melodramática. Las piedras, las balas, se convierten en poemas. La dureza en dulzura. Los combatientes en personas sensibles. El reo camina hacia la muerte sabiendo que su destino forma parte de la historia oscura de una contienda mal contada por los vencedores.

Buen texto, buena puesta en escena por su sencillez y claridad de objetivos y por ir siempre a favor de la humanización de los personajes interpretados con calidad y estado de gracia, transmitiendo verdad y emociones a raudales por dos actores medidos en sus recursos, acertados en sus perfiles y actitud física y vocal que ayudan a elevar el conjunto a alturas de gran momento artístico, teatral, vivencial, histórico y, por tanto, político.

Ficha

Obra: `La piedra oscura'.

Autor: Alberto Conejero.

Intérpretes: Daniel Grao, Nacho Sánchez.

Escenografía y vestuario: Elisa Sanz.

Dirección: Pablo Messiez.

Producción: CDN, La Zona.

Lugar y fecha: Sala Princesa. Madrid. 31-01-15.