La Real regresó ayer de Almería con una sensación agridulce porque los empates no dejan satisfechos a Moyes y a sus jugadores para alejar definitivamente la zona de peligro, pero con un punto que supo mejor tras estar dos veces en desventaja.

Un empate fuera de casa da pie a análisis positivos y negativos, porque a la Real le cuesta mucho ganar, pero es importante que tampoco pierda. El empate de Almería incluso sirvió para alejar la zona de descenso a cinco puntos salvo que el Levante puntúe hoy en el Camp Nou.

En los últimos trece partidos la Real solo ha perdido en dos campos muy complicados como El Madrigal y Vallecas y en casa ante el Rayo Vallecano. Ha sumado 18 puntos por los escasos seis sumados en los diez primeros encuentros, pero Moyes volvía a sentir el viernes que había perdido una oportunidad.

El técnico escocés señaló que «empate a empate es difícil salir de abajo. Hay que buscar la manera de mejorar el juego y el rendimiento para sacar mejores resultados. No estoy satisfecho con el partido que jugamos. Después del encuentro ante el Levante y del Almería, deberíamos llevar cuatro puntos más. El equipo lleva demasiado tiempo sin ganar fuera de casa».

Concretamente desde el 26 de abril de 2014, cuando ganó en el Benito Villamarín por 0-1 gracias a un gol de penalti de Carlos Vela. Son doce partidos de Liga sin ganar fuera de casa y eso es demasiado porque tampoco en Anoeta el equipo muestra las garantías de años anteriores.

Además los próximos encuentros son complicados ante los dos de los tres equipos que pelean por la cuarta plaza, Sevilla y Valencia. Y el partido de Almería dejó secuelas negativas al retirarse lesionados David Zurutuza y Sergio Canales y ver la quinta tarjeta Yuri Berchiche.

Los servicios médicos de la Real no emitieron ayer ningún parte sobre los lesionados y habrá que esperar al lunes para confirmar el alcance del problema del centrocampista.

Ansotegi, más positivo

Una lectura más positiva realizó Jon Ansotegi, que en Almería volvió a jugar de titular tras haberse quedado sin vestirse por decisión técnica en los dos partidos anteriores. El central señalaba que «nos hemos puesto dos veces por detrás, al principio se ha puesto cuesta arriba y por lo menos hemos conseguido empatar dos veces tras ir detrás. No podemos ir contentos a casa, pero no ha sido una decepción».

Admitía que «para salir de la zona de abajo con un punto cada semana no vale. No hemos ganado y no estamos contentos porque no basta. Conseguir un empate no es una alegría, pero es más que nada. Cuando en la primera jugada te meten gol de penalti empiezas contracorriente y es difícil, pero hemos empatado. El equipo no está brillante y las cosas no salen, pero no hemos bajado los brazos y eso ha dado para salvar un punto».