La igualdad a la baja que se ha apoderado de la Liga Asobal no deja títere con cabeza, salvo Barcelona y Naturhouse, y cada semana se registran resultados llamativos. Cualquier detalle es decisivo, las lesiones castigan a los equipos, y la cerrada pelea por la permanencia -desde que el Aragón parece dispuesto a plantar cara- augura muchos partidos a cara de perro en la segunda vuelta.

El Granollers, que había caído en casa una semana antes ante el Villa de Aranda, recuperaba terreno a costa del Gijón, donde el recién llegado Potic marcaba cinco goles y dejaba buenas sensaciones, aunque está por ver si bastará para sacar a los asturianos del pozo de la última plaza. El Benidorm, que había ganado una semana antes en Iruñea, se veía sorprendido en su pista por el Puente Genil, que ha vuelto revitalizado del parón.

El Cangas aprovechaba que el Huesca tiene a su plantilla en cuadro -los aragoneses pidieron el aplazamiento del partido por sus numerosas lesiones, pero no se lo concedieron-, sumaba los dos puntos y se encaramaba a la quinta posición, superando a Anaitasuna, pero sobre todo celebrando un año más la permanencia, que tal como están las cosas no es poco.

Villa de Aranda también ha vuelto dispuesto a resolver cuanto antes su continuidad en la Liga Asobal y, tras ganar en Granollers, repetía en casa venciendo por la mínima al Ademar León -derbi de Castilla y León tras el descenso del Valladolid, y con el permiso del Zamora-, con tarjeta roja para el zarauztarra Mikel Agirrezabalaga en el minuto 38 por un manotazo al brasileño Dos Santos, tras ser el mejor goleador del Ademar en la primera parte.

En el duelo entre vicecolistas el Aragón superaba a domicilio al Zamora (22-25), ya con el nuevo jugador reclutado por Demetrio Lozano (el veterano Ferrer), que sigue confiando en la salvación.