PERFUMERÍAS AVENIDA 68 - UMMC EKATERIMBURGO 78

Dicen los que todo lo saben que las finales están para ganarlas y no para jugarlas. Pero como el propio Roberto Iñiguez de Heredia  le dijo a este medio en una entrevista concedida en 2016, después de su subcampeonato con Nadezhda Orenburgo, «la mayoría que dice esas cosas tan a la ligera suele ser gente que lleva vendo las finales por televisión. Cierto es que un competidor como el técnico gasteiztarra alguna vuelta le dará en su fuero interno a la final perdida este domingo en el Volkswagen Arena de Estambul ante un UMMC Ekaterimburgo que ha sumado su tercer entorchado continental consecutivo. El gasteiztarra ha sumado su sexto subcampeonato europeo.

La escuadra rusa, sita en la mítica ruta de Miguel Strogoff, es una selección mundial, entrenado por el español Miguel Méndez, un muy buen entrenador que tiene el cuajo de conseguir que a Britt Grinner le dé igual no jugar los minutos de la verdad de una finalísima europea, de tener a una estrella como la joven pívot Maria Vadeeva –MVP de la final del Mundial u19 en la que la Rusia de Vadeeva y Mushina batió a los Estados Unidos– sin saltar a la cancha, que la máxima anotadora de las semifinales, Allie Quigley, ni asome la cabeza en el último cuarto... y pese a todo, sea capaz de sacar recursos y de sufrir cuando lo ha necesitado para superar a un Perfumerías Avenida que ha vendido muy cara su derrota.

Ojo con Tiffany Hayes –lo decimos por los miembros de Lointek Gernika Bizkaia, que la van a tener enfrente en Maloste el próximo jueves día 22– autora de 29 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, líder de un conjunto charro que, como en la final que perdió en 2012, no ha regalado nada a pesar de perder a la base Maite Cazorla por una torcedura de tobillo con solo minuto y medio de juego de la base canaria –la más joven de la saga de los Cazorla, y mucho más talentosa que los exbaskonistas Juanpe y Carlos, ciertamente–, y de que Silvia Domínguez, la otra base de Perfumerías Avenida, ha notado ciertos problemas físicos.

Y pese a todo, las charras han vendido cara su piel. Ni tras el parcial de 9-23 que han encajado en el tercer cuarto han tirado la toalla, y con Tiffany Hayes, Katie Lue Samuelson y Leonor Rodríguez –obrando de base, como en sus años de categoría junior y cadete– han conseguido que las de Roberto Iñiguez se hayan arrimado a dos puntos, 57-59, a poco de comenzar el último cuarto.

Pero Ekaterimburgo es una selección mundial y lo ha demostrado cuando las cosas se han puesto duras. La belga Emma Meesseman, autora de solo tres puntos en semifinales, se ha soltado la melena y ha firmado 19 puntos y 8 rebotes, con una Breanna Stewart –elegida MVP de toda la serie– autora de 12 tantos y 6 rechaces, ha impedido que la escuadra hispana que dirige Roberto Iñiguez de Heredia haya tenido opción en los minutos finales, en una finalísima de un nivel altísimo y que ha dignificado así a la campeona como a la finalista.