Sin tiempo para lágrimas

El Eibar visita este jueves al Girona obligado a rehacerse del golpe de Alcorcón. La baja de Atienza, sancionado, deja el centro del campo azulgrana al mínimo.

Fran Sol disputa el balón con el exarmero Aleix García en el choque que enfrentó a Eibar y Girona en Ipurua el pasado noviembre.
Fran Sol disputa el balón con el exarmero Aleix García en el choque que enfrentó a Eibar y Girona en Ipurua el pasado noviembre. (Jaizki Fontaneda | Foku)

«No hemos tenido mucho tiempo para estar tristes», asegura Gaizka Garitano. Y es que tras el tremendo palo de Alcorcón, el Eibar apenas ha podido tomarse un día de descanso y completar dos entrenamiento para acometer el segundo round del ascenso que se le escapó en el último minuto de la última jornada. Los azulgranas visitan mañana mismo al Girona (19.00, Movistar+), con la necesidad primero de reaccionar y de demostrarlo después para encarrilar una eliminatoria que vivirá su segunda parte el domingo en Ipurua.

Su técnico está convencido de que, como mínimo, se cumplirá la premisa. No cree, de hecho, que haya un equipo más capacitado que el suyo para sobreponerse a las adversidades. «Cuando consigues un ascenso, hay que superar muchos obstáculos, no es llegar, ganar y celebrar, tal y como se ha visto. Es largo y yo creo que si hay alguien preparado para un camino largo somos nosotros; no nos importa estar tres semanas o veinte semanas más porque estamos preparados para el trabajo. Creo que hemos demostrado a lo largo del año que hemos sido el mejor equipo mentalmente. Porque nosotros no hemos ganado partidos con facilidad como lo han hecho otros equipos, nosotros hemos tenido que trabajar todos los partidos, en todos hemos tenido que estar hasta el final y seguimos aquí. Ahora la gente nos da por muertos pero estamos vivos, somos capaces de estar medio muertos y revivir –asegura–. Si no eres muy bueno, si no eres muy superior a los demás y nosotros no lo somos, para ascender tienes que superar muchos obstáculos, recibir golpes, levantarte, caerte y volver a levantarte. Y en mi opinión quien mejor hace eso somos nosotros. Ahora lo tenemos que demostrar, que hemos caído, que hemos recibido un golpe fortísimo pero que si hay alguien capaz de darle la vuelta rápido, que tiene capacidad para eso, somos nosotros. Y lo tenemos que demostrar mañana». «Los pocos partidos que hemos perdido –añade–, nos hemos repuesto inmediatamente. El equipo ha tenido un gran carácter y eso esperamos demostrar también mañana», insiste.

Luego hay que traducirlo en el campo. No lo consiguió en Santo Domingo donde, bien por una mala respuesta a la presión, bien por un talante excesivamente conservador, el Eibar no sólo no estuvo nunca cerca de doblegar al farolillo rojo, sino que acabó cayendo derrotado, pagando una carísima factura. Cuestionado sobre su lectura de aquel encuentro, ya en frío, Garitano ha recordado lo que ya se sabe, que al equipo se le escapó el ascenso, pero no ha explicado por qué pudo pasar.

«Teníamos poco margen. Hemos llegado a la última jornada con ochenta puntos ganando mucho y ha habido otros equipos que también han ganado mucho y ya sabíamos que fallando nos quedábamos fuera y eso pasó. En el último minuto, quizá en la única ocasión que tuvo el Alcorcón, nos marcaron. En el deporte pasan estas cosas, a nosotros nos pasó y no le podemos dar demasiadas vueltas, solamente preparar el partido de Girona. Todo a la vez no se puede hacer y creo que ya tenemos que tener en la cabeza el partido del jueves y prepararlo lo mejor posible».

Obviamente, espera que mañana se viva una historia muy diferente aunque no cree que tengan validez argumentativa ni las estadísticas –los azulgranas han ganando sus ocho últimos enfrentamientos con el equipo catalán hacia un lado– hacia un lado ni, en el sentido opuesto, el estado anímico en el que han acabado ambos equipos la temporada regular. «Parece que el que ha acabado sexto ha conseguido la leche y está muy contento –asegura a este respecto– y al tercero se le ha acabado el mundo, cuando tú has hecho una temporada mucho mejor. Es muy importante estar bien anímicamente pero una cosa es el ánimo y otra el juego, que es en lo que te tienes que imponer».

Lo ha hecho el Eibar en los dos partidos de esta temporada pero Garitano recuerda que «ha habido momentos en esos partidos en los que ellos han sido superiores. Es imposible que un equipo se imponga al otro noventa minutos porque no tiene la capacidad. Habrá alternativas, varios momentos… Siempre se pasan buenos y malos momentos. Eso tenemos en mente, que cuando tengamos malos momentos aguantemos y luego aprovechar los buenos. Como en los dos anteriores».

No será sencillo porque el Girona «es un equipo muy bueno, de mucha calidad, técnicamente son muy buenos jugadores, rápidos por dentro y detrás gente alta, buenos a balón parado y con experiencia en el play-off». También la tiene el propio Gaizka Garitano, que llegó al Eibar a Segunda A hace casi una década tras superar una promoción interminable con tres eliminatorias a doble partido.

Ahora serán dos, también con ida y vuelta –y victoria para el mejor clasificado en caso de empate al final de la prórroga–, algo que el técnico tendrá en cuenta al plantear el choque de Montilivi. «Lo que nos preocupa es el partido de mañana, ahora es el más importante. Pero son 180 minutos, no noventa, y tenemos que pensar porque jugaremos tres partidos en una semana con dos viajes. Hay que tener todo en mente, habrá que rotar jugadores y con los que mejor estén en cada momento, tirar adelante».

Bajas

¿Cuáles serán mañana? Como de costumbre, es una incógnita. Cuestionado al respecto, Garitano sólo se ha referido a las ausencias de Sielva, lesionado hace dos semanas frente al Tenerife, y Atienza, que vio su quinta amarilla en Alcorcón. No ha mencionado a Javi Muñoz y Franchu, aunque no se les espera, y tampoco ha aclarado si Venancio fue sustituido el domingo por algún problema físico.

Lo que está claro es que, como antes sucedió con la defensa, las bajas se acumulan ahora en el centro del campo, donde Garitano sólo contaría ahora mismo con Sergio y Expósito. Dando por supuesto que serán titulares, la duda es saber si el técnico protegerá a Cantero con tres centrales –Venancio, Arbilla, Chema–, enviando al banquillo a Fran Sol o Rahmani o si optará por el 4-2-3-1. Tampoco son descartables las novedades en los laterales. Tejero se ha quedado fuera en los dos últimos partidos tras haber firmado una gran temporada pero podría volver, tanto para sustituir a Correa como, aunque no sea su puesto natural, a Toño, que fue uno de los señalados en Alcorcón por su error en el gol.

El Girona, por su parte, no podrá contar con Sarmiento, Kebe y el exarmero Juncá. Además, Míchel cuenta con las dudas de Iván Martín, Borja García, Terrats y Juanpe, aunque confía en que el central pueda ser de la partida.

El técnico asegura que «estamos muy bien. Hemos dado un paso para seguir soñando y estamos con una gran ilusión, energía súper positiva y motivación especial, no puede ser de otra manera. Estas eliminatorias las quieren jugar muchos equipos y no lo han conseguido pero nosotros lo hacemos por tercera vez. Eso quiere decir que el club tiene buena salud y un proyecto sólido».

Es optimista Míchel pero no cree que vaya a ser fácil. Por «la dificultad y el potencial» del Eibar y porque, lejos de mermar a los azulgranas, cree que el disgusto del domingo les espoleará. «Nos encontramos al mejor Eibar de la temporada –subraya–. Han hecho borrón y cuenta nueva y saben que tienen otra oportunidad. Están en disposición de luchar por el ascenso y por eso me espero al mejor Eibar. Pensar que tenemos ventaja por el aspecto anímico es un error muy gordo. Es a la inversa, llega un Eibar herido que querrá demostrar que se quiere levantar».

Afición

No habrá desplazamiento masivo de aficionados armeros esta vez. No acompaña el día y tampoco el estado de ánimo. El Eibar, sin embargo, no estará sólo. Se ha vendido un tercio de las 300 entradas enviadas por el Girona, así que habrá un centenar de aficionados eibarreses en Montilivi, algunos de los cuales se desplazarán en el autobús organizado por el club.