Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Ama, la milenaria tradición de las buceadoras de la costa de Japón

Nórdica Libros ha publicado ‘Ama. El aliento de las mujeres’, una novela gráfica de Franck Manguin y Cécile Becq que aborda la cultura y la forma de vivir de una profesión que se encuentra en vías de extinción, la pesca submarina practicada por las mujeres de los pueblos de la costa japonesa.

Viñeta de la novela gráfica 'Ama. El aliento de las mujeres'.
Viñeta de la novela gráfica 'Ama. El aliento de las mujeres'. (NÓRDICA LIBROS)

Las Ama o «mujeres del mar» llevan más de 2.000 años buceando a pulmón en busca de marisco, pepinos de mar, algas y crustáceos en la costa de Japón. Son una comunidad de mujeres que practican la apnea. Un trabajo tradicionalmente reservado a las mujeres, ya que no les exigía hacerse a la mar en un barco como los pescadores.

Todavía vigente en la actualidad pero en vías de extinción, está práctica la ejecutan en su gran mayoría mujeres que superan los 65 años.

Según una encuesta realizada en 2010, la comunidad de ama está formada por unas 2.000 mujeres –y unos pocos hombres– en todo Japón, la mayoría de las cuales trabajan en la prefectura de Mie.

Esta pequeña comunidad se rige por muchas normas específicas de la zona donde practican sus actividades. Por ejemplo, en la zona de Mie las mujeres buceadoras se reúnen para bucear en grupo entre las 9.00 y las 10.30 de la mañana.

Una hora y media de pesca es el tiempo máximo permitido para preservar la fauna marina para las generaciones futuras.

Las principiantes se sumergen hasta los 4 y 5 metros, mientras que las buceadores más experimentadas lo hacen hasta los 10 metros. No obstante, se conocen casos en los que algunas ama descendieron hasta los 20 metros.

Las Ama en clave de viñeta

‘Ama. El aliento de las mujeres’, con guion de Franck Manguin e ilustraciones de Cécile Becq, retrata la cultura y la forma de vivir de esta profesión de mujeres que se realiza en el fondo del mar mediante una inmersión en apnea, es decir, sin tanque de oxigeno y, tradicionalmente, sin ropa.

Dicha novela gráfica (publicada en castellano por Nórdica Libros) está ambientada en los años 60 y tiene como protagonista a Nagisa, una joven procedente de Tokio que llega a la pequeña isla de Hegura, en el mar de Japón, para aprender el oficio de ama junto a su tía Isoe.

A través de los tonos fríos y del azul del mar, color que predomina en las ilustraciones del cómic, la protagonista descubre las normas socioculturales que rigen en el mundo de las amas, a la vez que descubre secretos familiares y todo lo relativo a la cultura de esta modalidad de pesca.

De esta forma, la protagonista aprende las diferentes técnicas, como la «kacjido», en la que el ama nada sola, con el cubo como boya; o «funado», que es el método según el cual el ama bucea con ayuda de una persona que le sostiene la cuerda. Este rol, llamado «tomae», lo desempeñan los hombres, según muestra la obra.

El cómic también muestra datos sobre la forma de vida de las ama, mujeres con un status quo propio que suelen dedicar toda su vida a este oficio y que pasa de generación en generación. Por ejemplo, entre sus viñetas descubrimos que estas mujeres cocían arroz con judías pintas para celebrar el nacimiento de las hijas, pero cuando nacía un niño no se lo decían a nadie.

Otras referencias a las Ama

Ampliamente conocidas en la cultura popular japonesa y en Corea del Sur, donde reciben el nombre «Haenyo», el artista Iwase Yoshiyuki las retrató en los años 20, cuando recorrió la costa de Iwawada fotografiando grupos de amas y documentando su forma de vida. También el fotógrafo, antropólogo y etnólogo italiano Fosco Maraini dedicó su libro ‘La isla de las pescadoras’, de 1960, a relatar su encuentro con las mujeres Ama en la isla de Hekura en Japón.

De la misma época (1962) es el foto libro ‘Ama’ de Tsuneichi Miyamoto y Yoshinobu Nakamura. Otro de los documentos gráficos que existen es el de la fotógrafa alemana Nina Poppe, que en 2011 publicó un libro sobre las mujeres, pocas y ya mayores, que siguen dedicándose a esta labor y que ya lo hacen, según muestras las instantáneas, con neopreno.

En 2016 el documental ‘Ama-San’, de Cláudia Varejão, plasmó la memoria de esta tradición a través de tres generaciones de buceadoras: Matsumi Koiso, Mayumi Mitsuhashi y Masumi Shibahara.