
Hablemos de James Gunn. Ser un cineasta especializado en películas de superhéroes es muy rentable económicamente, pero no creativamente. Hay un agotamiento del género y el público no fanático está ya saturado, lo que se refleja en la taquilla, que no es la que era. Y, entre tanto, ha dado por terminada su etapa en Marvel y se pasa a la competencia, aunque tal vez DC haya sido siempre su sitio y su destino sea hacer películas de Superman.
La crítica no está siendo unánime frente a ‘Guardianes de la Galaxia: Volúmen 3’ (2023), hay sentimientos encontrados entre quienes son favorables y los que no tanto. La audiencia que cree en la franquicia ríe y llora con este final de trilogía, en la medida en que suena a despedida y explota la nostalgia.
Los personajes son los que son, con la incorporación de Adam Warlock encarnado por Will Poulter. El equipo se mantiene como la versión alienígena, y puro cómic, de los convictos de ‘Doce del patíbulo’ reclutados como mercenarios. Para la traca final suena el ‘Badlands’ de Bruce Springsteen, y no parece que sea casualidad porque, conociendo cómo funciona el marketing en el mundo del espectáculo, ha ido a coincidir con el comienzo de su gira en Barcelona.

Ambulancias de Osakidetza, un servicio de camino a urgencias

Mikel Zabalza gogoan: «Memoriaren herria gara, ezkutuan gorde nahi dutena argitaratuko duena»

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

Ocho de los Filton24 mantienen la huelga de hambre como protesta por el genocidio en Palestina

