Ramón SOLA

KORAPILOA, DE LOS POLVOS DE LA «TRANSICIÓN» A LOS LODOS ACTUALES

Iratzar Fundazioa ha puesto en marcha Korapiloa, ambicioso proyecto multimedia en el que protagonistas de la reforma de hace cuatro décadas reflexionan sobre aquello para quienes no lo vivieron, que ya son mayoría. No es solo historia, sino presente y futuro.

Transición o reforma –sirve cualquiera de las dos etiquetas–, en vísperas del 40 aniversario de la muerte de Franco aquella etapa histórica vuelve a centrar muchas miradas tanto en Euskal Herria como en el conjunto del Estado, y más aún tras meses en que se ha venido especulando con la opción de una «segunda transición» que parece diluirse. Sea como fuere, la fundación Iratzar se ha puesto manos a la obra para reflexionar y analizar lo ocurrido entonces, con una finalidad divulgativa y a la vez política.

Ciertamente volver la vista a esos años clave ha sido un ejercicio frecuente en la izquierda abertzale, pero ahora se hace a través de internet, de modo interactivo y multimedia, con aportaciones de todo tipo (desde entrevistas en vídeo a reproducciones de documentos políticos trascendentales o pegatinas que reflejan el latido social de la época). Ello supone, de paso, que el análisis no es ya un ejercicio meramente interno, sino proyectado al exterior, accesible para cualquiera. El resultado es Korapiloa, un proyecto muy amplio que está dando sus primeros pasos (disponible en la dirección: iratzar.eus/korapiloa).

Recoger todo el patrimonio de vivencias, documentación, imágenes... entonces acumulado es una tarea enorme, por lo que se irá completando poco a poco, a modo de inmenso puzzle. De momento se han realizado ya más de una treintena de entrevistas, a cuyos resúmenes se puede acceder mediante la web, con personas que tienen mucho que decir porque lo vivieron, disfrutaron y/o padecieron en carne propia.

Por dar solo algunos ejemplos, Tasio Erkizia rememora su detención y tortura, Kristiane Etxaluz recuerda las protestas internacionales contra los últimos fusilamientos franquistas, Patxi Erdozain evoca la efervescencia que encontró en Nafarroa al volver del exilio, Pako Aranburu pone el foco sobre la creación del sindicato LAB, o Francisco Letamendia «Ortzi» analiza el papel del Ejército español y el capital en aquella reforma frustrante. Hablan también –bien en vídeo o en audio– Iñaki Aldekoa, José Antonio Torre Altonaga «Medius», José Mari Zubillaga, José Ramón Martínez de la Fuente... y les seguirán otros muchos en las próximas semanas, meses e incluso años, porque se trata de una obra que puede prolongarse incluso más allá de 2020. Otro tanto ocurrirá con la documentación de todo tipo que se va logrando y ofreciendo en la web, o con la línea del tiempo que recoge gráficamente los principales acontecimientos de esos años.

El rey y los 731 presos

Aunque Korapiloa está dando apenas sus primeros pasos, el material que se va recopilando incluye pequeñas «joyas» como el listado de los 731 presos políticos vascos que existían hace ahora justo 40 años, a la muerte del dictador, o el mensaje de Juan Carlos de Borbón apenas dos días después del fallecimiento («una figura excepcional entra en la historia, el nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito»). Cosas que no aparecen en ‘‘Cuéntame’’ y que sorprenderán sin duda a las generaciones jóvenes que han crecido bajo la propaganda oficial del mito de la «transición ejemplar».

Precisamente, garantizar la transmisión generacional de todo este legado de conocimiento es uno de los objetivos del proyecto, porque la fundación Iratzar nació con la función principal de fomentar la reflexión, el análisis y la opinión para avanzar hacia una Euskal Herria independiente y socialista. Los formatos elegidos contribuyen a hacer accesible este material a los más jóvenes a través de la red. Y es que evidentemente hoy ya más de la mitad de la población no vivió aquellos años convulsos o bien tenía una edad demasiado corta como para disponer de una percepción sólida sobre qué pasó y por qué. Iratzar Fundazioa tiene en mente algún acto próximo para escenificar esa transmisión y conectar a las generaciones que vivieron entonces la reforma con las que quieren protagonizar ahora la ruptura pendiente.

Romper el nudo

Junto a ello, Korapiloa contribuye también a situar el debate político actual, que sigue pivotando inevitablemente en torno a lo que ocurrió entonces dado que aquellos polvos de los 70 trajeron los lodos de 2015, como queda claro en el proceso abierto en Catalunya. Más allá de lo que puedan arrojar las próximas elecciones estatales, Iratzar Fundazioa tiene claro que «desde el punto de vista de las fuerzas democráticas y progresistas se abre una nueva oportunidad para llevar a cabo lo que entonces no se logró». Con una diferencia; estima que si entonces la ruptura consistía en conseguir una democratización efectiva del Estado español tras cuatro décadas de régimen fascista, ahora «es necesaria una ruptura encaminada a romper lazos con el Estado español» y que culmine por tanto en un Estado vasco.

Korapiloa alude en su nombre, claro está, a los nudos que entonces se dejaron «atados y bien atados». Iratzar Fundazioa recuerda al respecto que «según la leyenda, Alejandro Magno rompió el nudo gordiano con un golpe de espada. Algunos anduvieron arriba y abajo y de un lado para otro para desatar el nudo, y al final Alejandro rompió el enredo. Después de la muerte de Franco se produjo la disputa de tirar de esta cuerda o mirar por dónde liberarse de esta, pero a día de hoy el nudo sigue intacto y la necesidad de la sociedad vasca es romper esa soga que nos ahoga, quebrar la cuerda».