El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó ayer un decreto por el que Rusia retira su respaldo al Estatuto de Roma, por el cual se crea el Tribunal Penal Internacional (TPI). Rusia firmó en el año 2000 el Estatuto de Roma pero no lo había ratificado hasta la fecha, por lo que el país no era parte del TPI. En un comunicado posterior, el Ministerio de Exteriores ruso ha criticado duramente a este organismo. «Lamentablemente el Tribunal no llegó a colmar las expectativas ni se convirtió en un organismo independiente y respetado de la justicia internacional», sostuvo el departamento que dirige Sergei Lavrov, recordando que «el trabajo ineficaz y sesgado del TPI fue señalado también por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU».

El TPI comunicó que «respeta» la decisión de Moscú, pero le recordó que nunca ratificó el Estatuto de Roma por lo que no es considerado un «Estado parte».

El anuncio de Rusia se suma a las retiradas de Burundi, Gambia y Sudáfrica Otras potencias como Estados Unidos, China o Israel tampoco están bajo la jurisdicción del TPI porque no han ratificado el estatuto.