Siempre se dice que las metas de cada cual las debe alcanzar cada cual, sin esperar ninguna ayuda de nadie. Siendo eso cierto en gran medida, Bilbao Basket no puede sino estar muy agradecido al Spirou Charleroi, ya que gracias a su victoria contra todo pronóstico en la cancha del Oldenburg, los hombres de negro siguen aún vivos en la pelea por entrar en la segunda fase, el Last 32 de la Eurocup.

Para ello, la escuadra bilbaina debe hacer sus deberes, lo que no solo significa ganar al Ewe Baskets Oldenburg. El Cedevita Zagreb, como el propio Rafa Pueyo esperaba, superaba al Elan Chalon en un partido muy apretado, por 75-71. Por ende, hace falta superar la desventaja del partido de la primera vuelta, un 91-86 con el que arrancaba el impresionante calvario de cinco derrotas consecutivas de los bilbainos en la Eurocup.

«Si tenemos que ganar por más de cinco, no pensaremos en ello hasta el último cuarto, porque tener esa carga mental no es bueno. Aunque parezca similar, la diferencia puede ser importante», explicaba el preparador de los hombres de negro, que al mismo tiempo daba cuenta de la lección de humildad que lo que algunos llaman «Eurogalleta» ha dado a varios participantes de la Liga ACB.

«Tengo la impresión de que algunos creen que solo se juega a baloncesto en la Liga ACB Endesa. Nos hemos acostumbrado mal por nuestras anteriores actuaciones en Europa. Lo que hay que hacer es no quitarle mérito, ni pensar que es fácil», dijo.

Si consigue el pase, lo haría como tercero de su grupo y quedaría encuadrado junto al Estrella Roja serbio, eliminado de la Euroliga; el Nizhny Novgorod ruso, primero del Grupo F; y el segundo del H, que será el Besiktas turco, el Panionios griego o el Radnicki serbio.

Más confianza y más nivel

Lo cierto es que el partido de Miribilla es una final que debe espolear a los bilbainos tras los avatares de la Eurocup y su recuperación en la competición doméstica. «Estamos con más confianza y con más nivel de juego que hace unas semanas», afirmaba Pueyo.

Acerca del estado de la plantilla, a pesar de ciertos problemas, el equipo está al completo, y más que pudiera estar. Dairis Bertans, que sufrió una lesión muscular hace diez días, probará su estado físico en el último entrenamiento, y si el examen es positivo, podría ser incluido esta noche en la rotación.

Por su parte, Zoran Vrikic no entrenó el lunes por fiebre y Antanas Kavaliauskas tiene «molestias en un pie», aunque ambos podrán jugar.

«En estos partidos, todos quieren sumar y harán un esfuerzo», recalcaba Pueyo.