Iñaki IRIONDO GASTEIZ
Persecución del independentismo

Amezaga tenía plazo para ir a prisión pero la Ertzaintza pidió su arresto

La defensa de Jone Amezaga recibió el pasado 24 de noviembre la notificación de la Audiencia Nacional de que disponía de diez días para ingresar en prisión a fin de cumplir una condena de un año y seis meses por «enaltecimiento» de ETA. Sin embargo, la intervención de la Ertzaintza provocó que al día siguiente se diera orden de busca y captura a Guardia Civil y a Policía española. Fue la Ertzaintza quien acudió a casa de sus padres a intentar detenerla.

La Ertzaintza ha interferido en el caso de Jone Amezaga para que en lugar de ingresar en prisión por su propio pie se forzara su detención. La Policía Autonómica no es parte en el caso y ni siquiera aparece entre las fuerzas de seguridad a las que finalmente la Audiencia Nacional solicita su busca y captura, pero sin embargo fue la que el pasado jueves se presentó en el domicilio de los padres de la requerida para intentar su arresto.

El 6 de noviembre del pasado año, la Audiencia Nacional condenó a Jone Amezaga a un año y medio de cárcel por un delito de «enaltecimiento del terrorismo». Condena que fue confirmada por el Tribunal Supremo en junio. Su defensa presentó un escrito solicitando la suspensión de la pena, inferior a dos años, y su sustitución por una multa, a lo que se opuso la Fiscalía y también la Audiencia.

El auto de confirmación de la sentencia es de 18 de setiembre, pero como se recoge en los sellos del documento que obra en poder de este diario y se reproduce en esta página no se recibió en el Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid hasta el 21 de noviembre (viernes) y se comunicó a la defensa el 24 de noviembre (lunes).

A partir de esa comunicación, Jone Amezaga disponía de diez días para el ingreso de prisión. Su abogada habló con ella y ésta no puso objeción alguna.

Sin embargo, al día siguiente, 25 de noviembre, todo cambió radicalmente. La misma Sala de lo Penal de la Sección 4 de la Audiencia Nacional, que preside Ángela Murillo, dictaba una orden de «busca y captura y el inmediato ingreso en prisión» de Jone Amezaga, y encomendaba que se oficiase el auto «a la Dirección General de Policía y a la Guardia Civil, para que se dé cumplimiento a tal orden».

¿Qué había ocurrido para que lo que debía ser un plazo de diez días para el ingreso en prisión se convirtiera en una orden de busca y captura?

Según una diligencia de la secretaría judicial, del 21 de noviembre, se da «por recibida comunicación del Gobierno Vasco de la Oficina Nacional de Inteligencia de la Ertzaintza solicitando mandamiento judicial de ingreso en prisión de la condenada Jone Amezaga». La petición de la Ertzaintza se remitió a la Fiscalía para que emitiera su informe.

El 25 de noviembre, el auto de la Audiencia Nacional que ordena la busca y captura especifica que el oficio de «la Policía Autónoma del País Vasco interesando se libre mandamiento de prisión» tiene fecha del día 11.

La Ertzaintza hizo su informe cuando el auto de prisión todavía ni siquiera había llegado al Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid ni tampoco había sido comunicada la orden a la propia afectada.

Por otra parte, la Sección 4 ordena la busca y captura al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil. Sin embargo, fue la Ertzaintza la que anteayer se presentó en el domicilio de los padres de Jone Amezaga para intentar detenerla.

No es la primera vez que la Policía autonómica se suma motu proprio a una detención. Ya ocurrió en el caso de Urtza Alkorta, cuyo arresto también había sido encargado a la Policía española o a la Guardia Civil y la Ertzaintza llamó por teléfono a la Audiencia Nacional anunciando que «la penada tiene previsto en el día de hoy participar en un programa o show a las 12.00 horas» y que su intención era detenerla. El «programa o show» era el muro popular que se levantó en el puente de Ondarroa.

Por una pancarta

Jone Amezaga fue condenada a un año y medio de prisión e inhabilitación absoluta de diez años, acusada de la realización y colocación de una pancarta con el anagrama de ETA en el Gaztetxe de Gernika durante la celebración de la popular feria del último lunes de octubre.

El anuncio de la orden de detención contra la joven de la localidad vizcaina de Errigoiti ha dado lugar a diversas muestras de solidaridad, así como manifestaciones en contra de la decisión de los tribunales españoles.

Según algunas versiones, la interferencia de la Ertzaintza habría pretendido evitar la convocatoria de un muro popular de defensa de Jone Amezaga.