Los responsables de Bidegi han convocado hoy a los medios para explicar sus cuentas durante el ejercicio 2015, aunque el objetivo real de Aintzane Oiarbide y, en menor medida, de Alfredo Etxeberria era pasar factura a la anterior Diputación y EH Bildu por «un relato que no era verdadero. Se habló de quiebra inminente, pero la realidad pone a cada uno en su sitio. Siempre ha habido un equilibro financiero estable. La situación ha sido siempre buena, también en la legislatura anterior», ha dicho la diputada.

Han hecho hincapié en que en el ejercicio anterior no ha hecho falta una ayuda especial de Diputación ni tampoco una reestructuración de la deuda. No obstante, en el detalle de esas cuentas queda claro que prácticamente la mitad de los 133 millones de gasto de Bidegi (65) en este 2015 ha sido para pagar la deuda con los bancos. Esta cantidad supone bastante más que los 38 millones dedicados a obras.

La deuda total asciende a «840 u 850 millones», ha concretado Etxeberria a preguntas, dado que este dato no se incluía en la información aportada (en la pasada legislatura EH Bildu alertó de que el agujero se situaba en 900 millones). Tiene que pagarse antes de 2040. Para Oiarbide, por contra, lo importante es recordar que Bidegi se hizo «para construir vías de gran capacidad y gestionarlas con recursos propios», y en este sentido no ven problemas para ir amortizándola.

La recuperación de los volúmenes de tráfico anteriores a la crisis ha sido destacada positivamente por Etxeberria. En los cuatro primeros meses de 2016, el número de vehículos que han pasado por la AP1 y la AP8 es un 5,82% más que en el mismo periodo del pasado año. En el otro lado de la moneda ha situado el director de Bidegi el sistema de pago de peaje Abiatu, introducido por la Diputación de Bildu y que beneficia a la población guipuzcoana con un tope mensual de 25 euros independientemente del volumen de viajes que se realicen. «Nos está provocando una cierta pérdida de recaudación», ha dicho Etxeberria, que afirma no cuestionar el sistema, pero sí reprocha que se pusiera en marcha sin «más control del fraude». A preguntas de los periodistas que le han pedido ejemplos de ello, ha citado a algunos taxistas y empresas de reparto.

El caso judicial abierto en el Juzgado de Azpeitia, con dos querellas presentadas por la anterior Diputación por presuntos pagos por trabajos falsos en la AP1, no ha aparecido en toda la comparecencia, de hora y media de duración, en la sede de Bidegi de Zarautz.