NAIZ

La OMS pide aplazar la tercera dosis para corregir mínimamente la desigualdad de reparto

La OMS ha planteado una moratoria en la llegada de vacunas de refuerzo a los países ricos a fin de corregir la desigualdad en el reparto planetario. Pero la apuesta es muy tibia: solo un mes y hasta que el 10% esté inmunizado en las zonas más empobrecidas.

Vacunación en Sudáfrica. (Luca SOLA | AFP)
Vacunación en Sudáfrica. (Luca SOLA | AFP)

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido este miércoles a los países de altos ingresos una moratoria hasta, al menos, finales de setiembre para administrar dosis de refuerzo de la vacuna del covid-19, con el fin de asegurar las primeras dosis en países de ingresos bajos y llegar al objetivo del 10% de población mundial vacunada a finales de setiembre.

Tedros ha advertido de que más del 80% de las vacunas han acabado en países de ingresos altos, a pesar de que solo son la mitad de la población de todo el mundo. «Entiendo la preocupación de todos los gobiernos de proteger a sus ciudadanos de la variante Delta, pero no podemos aceptar que los países que han utilizado la mayoría del suministro de las vacunas aún hagan uso de más vacunas, mientras que las personas más vulnerables en otras partes del mundo siguen sin protección», ha esgrimido.

Como se aprecia, el intento de corrección es muy tibio, puesto que los países más desarrollados se ha logrado inmunizar en esta carrera al 80% de la población mientras en otros solo se ha llegado al 1%.

Según los datos de Our World in Data, mientras el 50% de la población de la Unión Europea ha recibido la dosis completa, la población totalmente inmunizada en África no llega al 2%. En Asia solo el 11% cuenta con la pauta completa, y el 20% en Sudamérica.

«En mayo pedí apoyo mundial para hacer un 'sprint' de cara a setiembre con el fin de que los países vacunaran a al menos al 10 por ciento de su población de aquí a finales de setiembre; ahora ya hemos llegado a la mitad del camino de ese periodo de tiempo y aún estamos fuera de los objetivos», ha alertado el director general de la OMS.

En mayo, los países de altos ingresos habían administrado 50 dosis por 100 personas, pero ahora la cifra se ha duplicado, situándose en más de 100 dosis por cada 100 personas, según advierte la OMS. «Mientras tanto, los países de bajos ingresos inoculan 1,5 dosis por cada 100 personas debido a la carencia de vacunas», ha lamentado Tedros.

Es el caso de Burundi, Malawi, Mozambique y Sudán del Sur, donde menos de dos de cada 100 personas han sido vacunadas contra el covid-19. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, solo se han administrado 0,1 dosis por cada 100 habitantes.

Por contra, Emiratos Árabes Unidos (170 dosis por cada 100 habitantes), Malta (172), Islandia (138) lideran la tabla. Teniendo en cuenta el tamaño y la población de cada país, el Estado español también presenta cifras que reflejan que el ritmo de vacunación se ha acelarado en los útlimos meses: 122 dosis por cada 100 habitantes. Gran Bretaña incluso supera esas cifras con 126 dosis por 100 habitantes.

Por tanto, para acabar con esta inequidad en la distribución de vacunas, Tedros Adhanom Ghebreyesus ha pedido la colaboración de países y empresas que controlan el suministro mundial de estos fármacos. «El curso de la pandemia depende del liderazgo de los países del G-20», ha señalado el director general de la OMS, que les ha pedido dar prioridad a Covax.

Por el momento, este mecanismo destinado a distribuir vacunas a países de bajos ingresos financiadas mediante donaciones de los países más ricos y de grupos filantrópicos ha resultado un fracaso, tal y como evidencian los datos citados anteriormente.

Para superar esa limitación, India y Sudáfrica encabezaron una propuesta para que la Organización Mundial del Comercio (OMC) declare las patentes de las vacunas temporalmente libres de patentes, una opción avalada por la Administración de Joe Biden y 62 miembros de la OMC, pero ante la que países como Canada, Gran Bretaña o Suiza, además de la Unión Europea, se muestran reticentes.

Por último, el director de la OMS ha recordado que las vacunas no son la única herramienta para acabar con la pandemia. «Solo podemos derrotarla con un enfoque integral en combinación con medidas sociales y de salud pública que sabemos que funcionan», ha señalado.