
El hospital Bautista Al Ahli de la Ciudad de Gaza informó ayer de la muerte de Abdel Qader Al Fayyumi, otro menor que padecía desnutrición severa causada por la escasez de alimentos y productos básicos en el devastado enclave por las restricciones de Israel. Esta última víctima se suma a los nueve fallecidos por desnutrición en las últimas 24 horas. En total, desde el inicio del genocidio israelí en Gaza, unas 122 personas han muerto a causa de la desnutrición, de los que 83 eran niños y niñas.
En las últimas semanas, los pocos hospitales que siguen funcionando en el enclave han alertado de la llegada de un número cada vez más alto de menores con problemas médicos severos por desnutrición. Según las autoridades palestinas, cerca de 70.000 niños en Gaza han alcanzado ya la fase de desnutrición clínica.
Aunque Israel permitió que camiones con ayuda volvieran a entrar al enclave palestino el 19 de mayo, el número ha sido muy limitado: solo 28 camiones diarios ingresan frente a los 600 necesarios para evitar la hambruna, mientras que el Estado sionista impide el acceso al 95% de la ayuda médica y alimentaria, incluidos suplementos para desnutrición infantil sin lactosa.
La distribución de ayuda se ha convertido en una trampa mortal. Más de 1.092 palestinos han muerto por disparos de las fuerzas israelíes desde mayo. Ayer, otras nueve personas fueron tiroteadas cuando intentaban obtener comida. La mayoría de las masacres (766 casos) ocurrieron en centros operados por la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG) que emplea mercenarios estadounidenses.
En este aspecto, la radio del Ejército israelí anunció ayer que volverá a permitir a Jordania y Emiratos Árabes Unidos lanzar ayuda humanitaria en paracaídas sobre el enclave, un método fuertemente cuestionado por distintas organizaciones humanitarias. ONG y fuentes médicas gazatíes denunciaron a principios de marzo que al menos cinco palestinos habían muerto aplastados por estos cargamentos.
El Ejército israelí culpa a las agencias de la ONU de no recoger y distribuir unos 950 camiones con ayuda que se encuentran ya dentro de Gaza, pero en la frontera. Estos organismos, por su parte, denuncian las trabas que impone Israel para recogerla. El sistema humanitario de la ONU está siendo «privado de las condiciones para funcionar» en Gaza, denuncio ayer su secretario general, Antonio Guterres. «Se acabó el tiempo. La hambruna está tocando la puerta. Ahora mismo la está derribando», señaló, por su parte, Scott Paul, director de Paz y Seguridad de Oxfam.
Los bombardeos continúan
Además de las nueve personas muertas que iban a recoger algo de comida, el Ministerio de Sanidad informó de que ayer al menos 89 personas perdieron la vida en bombardeos israelíes mientras que más de 460 resultaron heridas.
Por otra parte, un bombardeo contra una escuela de Ciudad de Gaza, que servía de refugio para desplazados, se cobró la vida de al menos cinco palestinos y decenas resultaron heridos, según informó la agencia de noticias palestina, Wafa.
Las autoridades palestinas estiman que miles de personas siguen atrapadas entre toneladas de ruinas por los ataques del Ejército israelí. La falta de maquinaria pesada junto a los continuos bombardeos dificulta estas tareas de rescate a los escasos equipos de Defensa Civil.

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