NAIZ
BARCELONA

Guardia Civil y Policía española irrumpen con violencia en colegios electorales

Desde primera hora de la jornada, agentes de la Guardia Civil y la Policía española han irrumpido en colegios electorales de diferentes puntos de Catalunya, donde han retirado urnas y han cargado con violencia contra las personas que defendían el referéndum. La represión policial no ha logrado que los ciudadanos, incluidos los miembros del Govern, hayan votado, ya que durante todo el día se han visto colas a lo largo y ancho del territorio catalán.

Después de que miles de ciudadanos hayan pasado el fin de semana en los centros de votación, llevando a cabo actividades de lo más diversas con el fin de protegerlos y evitar que fueran precintados, los catalanes han comenzado este histórico día concentrándose masivamente en las puertas de los colegios electorales.

Poco después han ido llegando urnas y papeletas y, alrededor de las siete de la mañana, los mossos han empezado a pasar por los centros, limitándose a levantar acta asegurando que no podían precintar los colegios ni llevarse las urnas, priorizando así la seguridad ciudadana sobre la orden de impedir el referéndum. 

Según se acercaba la hora de abrir los colegios, a las 9.00, la Policía española y la Guardia Civil han comenzado a intervenir cuando muchas mesas ya se habían constituido, los centros estaban llenos y miles de personas custodiaban los accesos.

Ese despliegue de los antidisturbios de ambos cuerpos ha dado lugar a numerosos momentos de tensión y no han tardado en llegar las primeras cargas. Los agentes se han empleado con violencia, dejando imágenes que han dado la vuelta al mundo.

Algunas de las imágenes más violentas se han visto durante la actuación en la escuela Ramón Llull. Una persona ha tenido que ser operada de urgencia tras recibir el impacto de una pelota de goma, cuya prohibición aprobó el Parlament en 2013.

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha votado en Cornellà de Terri (Girona), aunque tenía previsto hacerlo en el pabellón deportivo de Sant Julià de Ramis, otro de los escenarios donde más incidentes se han producido, como se aprecia en el vídeo que acompaña esta noticia. La Guardia Civil ha reventado a mazazos la puerta para poder acceder al edificio.

Puigdemont ha acudido posteriormente al colegio en el que se había anunciado su presencia, de donde ya se había marchado la Guardia Civil tras requisar las urnas. «He votado en Cornellà. Colas muy largas. Su dignidad contrasta con la indignidad de la violencia policial», ha indicado. 

Tras Puidemont, los miembros del Govern han ido depositando sus votos en los lugares correspondientes.

La mayoría de los miembros del Govern han podido votar sin dificultades, si bien la consellera de Enseñanza, Clara Ponsatí, ha denunciado haber sido «arrastrada, empujada y cogida por los brazos» por agentes de la Policía española que han entrado en la sede de su departamento, que era también un punto de votación.

Ponsatí ha votado en la escuela Joan Maragall de Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

La Conselleria de Salut ha cifrado los heridos en 761, al menos dos de ellos de gravedad. También ha habido escenas de tirantez entre guardias civiles y policías españoles con agentes de los Mossos d'Esquadra, que se han encarado a los primeros ante la desproporción de su actuación.

También los bomberos han formado puntos en diferentes colegios electorales, formando cordones de seguridad para tratar de garantizar que el referéndum pudiera celebrarse con normalidad.

Pese a los intentos por evitar que se llevara a cabo el 1-O, hasta el último momento se han podido ver largas colas en los colegios electorales y escenas de euforia y emoción entre los catalanes que han podido depositar su voto.

Pese a lo abultado de la intervención policial, la mayor parte de los colegios han permanecido abiertos y se ha podido votar, aunque con problemas de conexión. El portavoz del Govern, Jordi Turull, ha cifrado en 319 los centros cerrados. En total, se habían habilitado 2.315.