Asier VERA
DÍA DE LOS HÉROES BIAFREñOS

BIAFRA: UN GENOCIDIO PARA IMPEDIR SU INDEPENDENCIA

CIENTOS DE PERSONAS DE LA ETNIA IBGO, ORIGINARIAS DE BIAFRA, ESTADO INDEPENDIENTE AL SUDESTE DE NIGERIA ENTRE 1967 Y 1970, BAILABAN Y CANTABAN EL PASADO SÁBADO EN LA PLAZA DE LA VIRGEN BLANCA ANTE LA MIRADA ATÓNITA DE LOS GASTEIZTARRAS QUE VEÍAN CÓMO POR UN DÍA ESTE CÉNTRICO LUGAR SE TRANSFORMABA EN ÁFRICA.

Se ponía fin así a una manifestación, organizada por la Asociación de Indígenas de Biafra, que durante el fin de semana conmemoró en Gasteiz el Día de los Héroes Biafreños, que se celebra el 30 de mayo. Venidos de todo el Estado español, la población de esa región africana recuerda a «las 5 millones de personas» que murieron en el genocidio perpetrado por Nigeria durante la guerra que tuvo lugar entre 1967 y 1970 para impedir que Biafra fuese independiente.

«Mataron a sangre fría a niños, mujeres y hombres indefensos sin ninguna razón en hospitales e iglesias. Llegaron a masacrar a mujeres en el momento del parto», denuncia la citada asociación.

Nigeria no aceptaba que esa región petrolera, Biafra, proclamara su independencia y se constituyera como una república el 30 de mayo de 1967. Con 14 millones de habitantes en esa época, la mitad de etnia igbo, Biafra solo fue reconocida por Gabón, Haití, Costa de Marfil, Tanzania y Zambia. No obstante, obtuvo apoyo militar y financiero del Estado francés, Portugal, Rodesia y Sudáfrica, e incluso de Israel, que tenían interés en el petróleo del delta del río Níger.

El origen del Estado que nunca logró estabilidad fue un intento de golpe militar en Nigeria en 1966, precisamente a cargo de oficiales ibgos. La mayoría de militares siguieron fieles al Gobierno. Tras recuperar el poder, mataron a 30.000 ibgos, lo que aceleró la decisión de declarar la independencia de Biafra por parte del teniente coronel Odumegwu Ojukwu.

Lo que acabaría siendo una de las peores guerras del continente comenzó con un bloqueo económico por parte de Nigeria, apoyada por Gran Bretaña, para ahogar al nuevo Estado. Al ver que no funcionaba, en julio de 1967 trasladó tropas a la zona invadiendo así el suelo biafreño. Comenzaba una guerra de exterminio que duró tres años y acabó con la vida de entre 3 y 5 millones de personas, la mayoría por hambre y enfermedades.

Nigeria, liderada entonces por el militar Yakubu Gowon, tuvo claro que la única manera de acabar con Biafra era matando de hambre a su población. Puso en marcha su estrategia en 1968 saboteando las tierras de cultivo del nuevo Estado y dejando que poco a poco la población falleciera de hambre, lo que hizo que el conflicto fuese conocido internacionalmente por las fotos de niños esqueléticos.

La masacre y la Cruz Roja

En ese escenario nació Médicos Sin Fronteras gracias a la iniciativa, entre otros, del doctor y político francés Bernard Kouchner. Había ido como voluntario con la Cruz Roja para ayudar, si bien esta organización le puso como condición mantenerse neutral. Una vez en Biafra, fue testigo de las masacres del Ejército nigeriano y de cómo se estaba dejando morir de hambre a la gente. Tras regresar a Europa, acusó a la Cruz Roja de complicidad con la situación y decidió crear, junto a otros doctores, Médicos Sin Fronteras en 1971.

Cuando los muertos por hambre ya se contaban por millones, el Ejército atacó con 120.000 efectivos en 1969, lo que desembocó en el final de la guerra civil al año siguiente, con la rendición de los militares igbo y el exilio de su líder y fundador del Estado de Biafra, anexionado de nuevo a Nigeria.

Pese a que el presidente retiró los cargos contra los militares que lucharon por la independencia, el castigo hacia la zona continúa, según el portavoz de la Asociación de Indígenas de Biafra, Fidel Ohaegbu. Acusa al Gobierno de no hacer nada para impedir que Boko Haram trate de «imponer la Sharia y su califato islámico» a la población de esta zona mayoritariamente cristiana. Subraya que en esta parte del sudeste de Nigeria vive gente «libre y tolerante» que sufre los ataques yihadistas. Añade que «Biafra está mucho más abandonada que otras partes del país, ya que mucha gente no tiene electricidad ni agua corriente y los niños no tienen acceso a la educación», critica. Remarca que al igual que Euskal Herria y Catalunya «buscan la libertad», ellos reivindican la independencia de Biafra, un área que comprende 76.400 kilómetros cuadrados.