Los colectivos AHT Gelditu, Sustrai Erakuntza y Ekologistak Martxan acudieron ayer a la sede del Gobierno navarro, todavía ocupada por UPN aunque en funciones, para reclamar al futuro Ejecutivo –que liderará Uxue Barkos si prospera la negociación abierta– que paralice el «corredor navarro» del TAV.

«Es el momento», resumió a los periodistas Raúl Oloriz, de AHT Gelditu, en el transcurso de la concentración en la que se mostró ese mismo mensaje en una gran pancarta alzada por unos globos, junto a la que se exhibió otra en la que se leía «Vuestro TAV, nuestra ruina».

Oloriz se mostró esperanzado en que así será porque «dentro del futuro Gobierno hay un sentimiento, una decisión, un criterio mayoritario de rechazo, de oposición a la obra».

«Vemos más posibilidades, las políticas no tienen nada que ver con las políticas de UPN», añadió, citando entre otras cosas por el modo en que se ha desarrollado el proyecto hasta la fecha, «sin consulta ni participación social».

Recordó que tanto Podemos como EH Bildu e I-E ya han mostrado una posición favorable a parar el TAV, por lo que solo quedaría Geroa Bai, que tiene una posición más ambigua al respecto.

Los colectivos añadieron que habrá que ver en qué condiciones se encuentran las arcas forales ante este proyecto (en 2010 el entonces presidente navarro, Miguel Sanz, se comprometió con el ministro de Fomento, José Blanco, a adelantar los pagos y asumir los intereses del crédito correspondiente). Y trajeron a colación también los retrasos e incumplimientos estatales, por falta de fondos, que convierten por el momento los tramos impulsados en Euskal Herria en inconexos.

Raúl Oloriz consideró que «está más que demostrada la falta de viabilidad. El TAV no está adaptado además para llevar mercancías. Sus cifras de uso son realmente muy bajas. Y supone una seria amenaza para el tren convencional que coge la mayoría de la gente». Abogó por extender esta revisión a infraestructuras megalómanas como el Navarra Arena y «todas las que no han traído ningún tipo de beneficio social».

La concentración tuvo lugar un día después de que el eurodiputado Jordi Sebastiá (grupo Verdes/ALE, coalición Primavera Europea) presentara ante la Comisión Europea una denuncia contra el Gobierno español y el navarro por presuntos incumplimientos de directivas europeas con el TAV.

En la denuncia, desarrollada en más de 160 páginas y elaborada por la Fundación Sustrai Erakuntza, se cita la vulneración de varias normativas europeas e internacionales, especialmente desde el inicio de sus obras en 2011.