Alberto PRADILLA
IRUÑEA
Elkarrizketa
JOSEPH PALAMAR
INVESTIGADOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE NUEVA YORK

«Las políticas de prohibición no han resultado exitosas»

Joseph Palamar es uno de los principales expertos internacionales en consumo de drogas y salud pública. Ha escrito diversos artículos sobre la historia del éxtasis y otras sustancias. Insiste en la importancia de la educación y el fracaso del veto.

¿Cuál es la evolución del consumo de éxtasis en los últimos años? ¿Cree que la aparición de nuevos adulterantes lo han convertido en una sustancia más peligrosa?

El éxtasis se ha convertido en algo más peligroso en los últimos cinco años, especialmente en EEUU, donde se ha incrementado el número de intoxicaciones. En algunos lugares de Europa también están circulando pastillas muy fuertes. Generalmente, los consumidores deben preocuparse más de los adulterantes, pero hay gente que no está acostumbrada a éxtasis de alta calidad, por lo que toman demasiado de forma accidental.

Por otra parte, hay éxtasis que viene cargado con sustancias que pueden ser mucho más perjudiciales que el éxtasis en sí. Están apareciendo todo tipo de drogas peligrosas dentro del éxtasis en los últimos años. Entre ellas se encuentran la PMA y la PMMA, cuyos efectos son particularmente peligrosos, porque tienen efectos similares a los del éxtasis pero son mucho más tóxicas y tardan más tiempo en hacer efecto. Alguien, tomando estas sustancias, puede considerar que ha comprado una pastilla con menos cantidad de estupefaciente, lo que le puede llevar a consumir más buscando un efecto más fuerte sin saber que lleva un peligroso adulterante y terminar intoxicado.

La PMMA ha sido detectada en diversas ocasiones en Euskal Herria. Además, en Europa forma parte de una alarma sanitaria, ya que ha provocado diversas muertes. ¿Por qué se registra este auge dentro del mercado ilícito?

La PMMA es una droga relativamente vieja, tiene 60 años. No obstante, comenzó a utilizarse como adulterante hace una década. La prohibición hace que productos de MDMA pura sean difíciles de obtener. Además, algunos narcotraficantes optan por hacer un dinero extra usando adulterantes como la PMMA.

Nadie quiere consumir PMMA o PMA, cree que compra éxtasis. Los tests en los exteriores de lugares de ocio son controvertidos, pero evitan que miles de usuarios consuman estos peligrosos adulterantes. Tenemos millones de adolescentes y jóvenes adultos tomando o creyendo que toman éxtasis y en raras ocasiones saben qué es lo que están usando. Es una situación muy triste, porque no vamos a ser capaces de evitar que la gente consuma éxtasis una vez que ha tomado la decisión de hacerlo o de seguir haciéndolo. Además, la mayoría de usuarios tampoco ha adquirido la educación adecuada dirigida a la reducción de daños, que es la que necesitan.

La política prohibicionista sobre las drogas lleva decenios inalterada. ¿Cree que este modelo ha sido exitoso?

No creo que hayan resultado exitosas. El veto es una de las razones por las que no dejan de aparecer peligrosos adulterantes y sustitutivos del éxtasis. Del mismo modo, la prohibición obliga a los consumidores a recurrir a un mercado negro de productos no regulados.

Si la prohibición no es la vía, ¿qué tipo de políticas cree que deberían desarrollarse?

Por desgracia no tengo una respuesta. Pero, ciertamente, considero que la prohibición no es la mejor opción.