María SUÁREZ
LONDRES
REFERÉNDUM SOBRE LA UE EN GRAN BRETAñA

46 millones de personas deciden hoy el futuro de Reino Unido y la UE

Hoy Reino Unido vive su propia Sanjuanada, con las urnas ejerciendo el papel de metafóricas hogueras donde se depositará el deseo de la ciudadanía de permanecer o abandonar la Unión Europea. Cada voto cuenta y cada territorio trasmitirá un mensaje dependiendo el resultado. Por eso, la clase política no dormirá en esta noche de recuento.

Llegó el día. Durante la jornada de hoy 46 millones de británicos tienen la palabra para decidir si quieren o no seguir siendo parte de la Unión Europea, poniendo fin así a semanas de agresiva –y sucia– campaña.

El anuncio oficial se llevará a cabo desde el Ayuntamiento de Manchester. Sin embargo, al margen del resultado general que emane de la votación de hoy, la respuesta en los diferentes territorios será clave para interpretar el apoyo de la ciudadanía al «marketing» de ambas opciones que sus principales representantes han ido realizando en estas semanas.

Por eso, los miembros de las corrientes del Remain (permanecer) y del Leave (abandonar) pasarán en vela esta noche de recuento que comenzará sobre las 22.00, cuando cierren los colegios electorales. Uno de los territorios donde no se esperan sorpresas es Escocia. El SNP ha mostrado su apuesta por la permanencia de manera unánime y clara desde el primer momento. La amenaza con un segundo referéndum de independencia del Reino Unido ha llenado páginas de periódicos y espacios televisivos, y la ciudadanía escocesa acude hoy a las urnas, en su mayoría, en busca de un claro remain. Se calcula que sobre las 5.00, hora local se conocerán los resultados escoceses.

Gales, Londres e Irlanda

A esa misma hora es muy posible que se tengan claros los resultados de Gales y de Londres. La campaña del Remain no teme lo que pueda ocurrir en una ciudad como Londres, con un nivel de euroescepticismo muy bajo. Así se ha demostrado en las encuestas y también en una de las pruebas de fuego de este año, las elecciones del pasado 5 de mayo, donde el candidato laborista y partidario del «in», Sadiq Khan, arrebató la victoria al conservador tory Zac Goldsmith, que apoyaba a la campaña por el «out». Uno de cada tres trabajadores del Londres metropolitano (el Greater London) es inmigrante y las empresas de la City han mostrado con comunicados externos e internos que lo conveniente es quedarse en el club de los Veintiocho.

El caso de Gales es mucho más emocionante. El territorio revalidó su apuesta por el laborismo en las pasadas elecciones al convertirlo en el partido más votado y se hizo con casi la mitad de escaños de la Asamblea de Gales. Hoy la ciudadanía acude de nuevo a las urnas con sus posiciones divididas. A pesar de que la mayoría de representantes políticos vota por seguir en Europa, varios simpatizantes del Partido Laborista o del nacionalista Plaid Cymru han anunciado que no seguirán la línea de su partido. Sin embargo, desde la campaña por la permanencia confían en que triunfe la opción europeísta, muy arraigada en la zona de Ceredigion y con menos éxito en áreas como Port Talbot, que alberga la mayor planta de la acería Tata Steel, tan castigada en estos últimos meses por la crisis del acero europeo.

Para entonces también se espera que el norte de Irlanda haya votado por la permanencia. El norte de Irlanda es uno de los territorios más europeístas, aunque en las últimas semanas la opción del «Brexit» había escalado posiciones. Sin embargo, no parece que serán suficientes para que la voz que emane desde el territorio sea la del «out».

Por todo ello, si se cumplen los pronósticos, de 4.00 a 5.00 podría convertirse en la happy hour de los partidarios de la permanencia en la UE. Por su parte, la campaña Vote Leave sabrá finalmente si su mensaje ha calado lo suficiente cuando se conozcan los resultados del noreste de Inglaterra, uno de los feudos del laborismo y donde la tendencia euroescéptica ha sido notable.

También será prueba de fuego para el Partido Laborista, que comprobará si los últimos mensajes proeuropeos de la formación y de Jeremy Corbyn han convencido a sus votantes.

Asimismo, el Partido Conservador estará atento al centro de Inglaterra, a la zona conocida como las Midlands, donde el euroescepticismo ha encontrado su mejor caldo de cultivo. De lo que salga de las urnas de esa zona se extraerán infinitas conclusiones que se pueden resumir en una más simple: Se sabrá si los votantes tories confían en David Cameron o si, por el contrario, prefieren a Boris Johnson.

Por todo ello, los resultados que se produzcan hoy decidirán si el Reino Unido sale de la Unión Europea, pero también marcarán una tendencia sobre el futuro de la política nacional del territorio.

 

Últimos mensajes por tierra y aire

Es difícil no repetirse y aportar algo nuevo en el último día de campaña cuando durante las semanas anteriores se ha estado incidiendo una y otra vez en las mismas ideas. Es lo que debieron de pensar los asesores de las campañas Britain Stronger in y de Vote Leave, y decidieron sorprender en el final de la campaña más que con el fondo, con la forma. El defensor del «Brexit» más mediático, Boris Johnson, se subió a un helicóptero y sobrevoló el cielo británico realizando paradas en varias localidades del país, acudiendo a las salas de reunión más multitudinarias de Reino Unido (los pubs) y conversando con la ciudadanía sobre sus ideas y sus aspiraciones con un Reino Unido fuera de la Unión Europea, incidiendo sobre todo en la recuperación de la soberanía que Bruselas ha ido arrebatando al país en todos estos años. Horas antes, el exalcalde de Londres había visitado el mercado de pescado de la capital para mostrar el apoyo de su campaña a los pescadores, quienes no pararon hasta que Johnson no dio un beso a una de las piezas.

Por su parte, David Cameron se dedicó a viajar en el autobús de la campaña por la permanencia Britain Stronger in haciendo paradas en diferentes núcleos urbanos para intentar convencer a la ciudadanía de que Gran Bretaña es más fuerte, más segura y mejor posicionada dentro de la UE. Desde Londres, el líder laborista Jeremy Corbyn se reafirmó en la idea de permanecer en la Unión Europea para poder reformarla desde dentro, manteniendo las garantías y derechos laborales (baja por maternidad, días de vacaciones...) conseguidos hasta ahora.GARA