The Intercept
Traducido por GARA

El presidente y un juez obligan a los mayores periódicos de Brasil a borrar noticias

Según publica The Intercept, el presidente brasileño Temer censura a periódicos que antes ayudaron a auparlo. Escudado en la «inviolabilidad de la intimidad» de la primera dama que ha decretado un juez, se pretende así impedir el examen de las pruebas. [Traducido por GARA con el permiso de ‘The Intercept’ - goo.gl/v5salR -]

Pocas cosas son más peligrosas que políticos y tribunales que se unen para decir a los periódicos lo que pueden y no pueden informar. Anteayer en Brasil se produjo un importante ataque a la libertad de prensa, perpetrado por el Gobierno del presidente Michel Temer, su esposa Marcela y un juez brasileño. Como resultado, los dos mayores diarios del país –“Folha do Sao Paulo” y “O Globo”– se vieron obligados a eliminar un artículo que ambos habían publicado sobre un asunto de gran interés público.

El caso en cuestión surge del intento de chantaje de la primera dama por un hacker que en abril pasado clonó su iPhone y robó todos sus datos. El hacker, Silvonei José de Jesús Souza, fue condenado a cinco años y 11 meses de cárcel por intento de chantaje, tras exigirle a Marcela que le pagara 300.000 reales brasileños (91.200 euros) para evitar la divulgación de los materiales. También fue condenado por haber usado el acceso al iPhone de Marcela Temer para defraudar a su hermano y obligarle a pagar.

El pasado viernes “Folha do Sao Paulo” publicó un artículo que recogía algunos de los mensajes de chantaje enviados por el hacker a la primera dama a través de WhatsApp. El periódico explicó que el hacker advirtió de que los materiales, si se revelaran, perjudicarían gravemente la reputación del presidente Temer –«arrastrarían su nombre por el barro»–. El documento también incluyó varios de los mensajes de texto de WhatsApp enviados por el hacker.

Tanto el presidente Temer como su esposa niegan que el material hackeado revele cualquier falta. Pero el mismo viernes, 11 minutos después de que ”Folha do Sao Paulo” publicara su artículo, el presidente despachó a sus abogados para solicitar, en nombre de su esposa, una orden judicial que obligara a los periódicos a retirar sus informes y a abstenerse de publicar futuros materiales sobre el contenido de estas conversaciones. El tribunal no sólo emitió la orden de censura, sino que impuso una multa de 50.000 reales por día en caso de incumplimiento.

Censurar para no examinar pruebas

Ante ello, The Intercept, medio digital que desde su creación ha defendido y reivindicado la libertad de prensa en todo el mundo y que habitualmente publica materiales censurados para que el gran público pueda verlos, decidió dar un paso adelante y publicar lo que el presidente Temer ha obligado a los periódicos a borrar. Y es que, como apunta ese medio, las denuncias de que el presidente de este otro país se dedique a una conducta especialmente ilegal o no ética deben ser resueltas mediante un examen de las pruebas, no por la censura de los periódicos.

A primera hora de la mañana, “Folha do Sao Paulo” publicó un artículo explicando que acababa de recibir la orden judicial y que «a petición de la oficina del presidente, el juez censura la información sobre la extorsión a Marcela Temer». El juez argumentó «la inviolabilidad de la intimidad» de la primera dama y el periódico eliminó su propio reportaje de Internet y lo reemplazó con su informe sobre la orden de censura. “O Globo” ha hecho lo mismo.

Lo que hace este episodio particularmente extraño es que no hay materiales sensibles entre lo que se había publicado. Aunque se llegó a sugerir que el hacker había obtenido fotos íntimas de Marcela desde su teléfono, nada en los artículos describía o revelaba ninguna de ellas. Este caso y el material subyacente son claramente de interés público. Mientras Temer y su esposa niegan que revelen cualquier acto malvado o delictivo de su parte, hubo una acción penal por estas acusaciones que llevaron a la detención prolongada de una persona.

En rueda de prensa celebrada anteayer, Temer negó haber buscado cualquier tipo de «censura». Pero ofreció escasas razones para sostener esta afirmación y, de hecho, el caso presenta la clásica censura del tipo más peligroso: la del oficial más poderoso del país.

Como resultado, The Intercept está publicando materiales seleccionados subyacentes a este caso que se obtuvieron de los registros públicos. Estos son los mismos registros que el tribunal ordenó a “Folha do Sao Paulo” y “O Globo” (pero a nadie más) que se abstengan de publicar.

Según informa The Intercept, su conducto no expresa afecto a “Folha do Sao Paulo” y “O Globo”. Ambos medios a menudo atacan regularmente las libertades de prensa de otros puntos de vista. De hecho, la corporación que los controla ha llegado a presentar demandas que pretenden negar la libertad de prensa a BBC-Brasil, BuzzFeed Brasil y The Intercept, instando a los tribunales a que no se les permita informar sobre el país. Irónicamente, ambos medios de comunicación agitaron el enjuiciamiento de la presidenta democráticamente elegida, Dilma Rousseff, cuyo «impeachment» elevó a la Presidencia a Temer.

Al contrario, The Intercept ha dado este paso porque reconoce que los ataques a la libertad de prensa de cualquier medio de comunicación –“Folha do Sao Paulo” y “O Globo”– representan una amenaza para la libertad de prensa de todos y para defender el derecho de los medios de comunicación en general a informar libres de la censura del Estado y a publicar información vital acerca de sus líderes. Los ciudadanos tienen todo el derecho a conocerla.

Traducido por GARA con el permiso de ‘The Intercept’ - goo.gl/v5salR -