La violencia policial y la gestión del escenario posterior al 1-O habían dejado en un segundo plano los resultados reales del referéndum, que ayer se dieron a conocer oficialmente después de que el Govern los trasladase al Parlament. Son cifras que conviene no pasar por alto, ya que es la primera vez que el Sí a la independencia supera la barrera de los dos millones de votos. Concretamente, los 2.044.038 votos a favor de la República catalana superan en 146.768 los conseguidos en el 9N de hace tres años. La diferencia respecto a las elecciones plebiscitarias del 27S es de 86.690.

Para valorar la participación –que se sitúa en un 43% del censo total– hay que tener en cuenta dos aspectos: el primero, obvio, es que la actuación de las FSE condicionó el normal desarrollo de la jornada –hubo gente que se quedó en casa por las cargas, y gente que salió a votar por ellas–. La segunda, muy ligada, consiste en que en los resultados no se contabilizan los votos depositados en los colegios que posteriormente fueron cerrados por las FSE. Unos centros en los que estaban llamados a votar 770.000 catalanes. Esas personas pudieron votar luego en cualquier otro colegio, gracias a la herramienta del censo universal, pero está claro que no todos lo hicieron, ni mucho menos.

En resumen, reducir el censo total en 770.000 personas para abultar la cifra de participación es trampa; considerar que el 43% es la cifra de participación real sobre el total del censo, también. Nunca se sabrá qué cifras habría arrojado un referéndum sin incidentes policiales, pero la carga de la prueba no recae ya sobre quien intentó realizar el plebiscito con todas las garantías posibles, sino sobre quien lo impidió por la fuerza.

Para darse cuenta del verdadero valor de los Síes logrados en el 1-O, lo más adecuado es probablemente compararlos con la cita plebiscitaria del 27S, cuando con un censo similar votó un 77,44%. Fue un récord de participación en Catalunya. Pues bien, los 2.044.038 votos independentistas hubiesen supuesto un 50,12% de los votos en aquella contienda. Dicho de otro modo, con una participación similar a la del 27S, el Sí se habría impuesto el pasado domingo. El dato no es menor a la hora de dar validez al 1-O para justificar los pasos que veremos a partir de la semana que viene.

Entrando al detalle, la provincia con mayor porcentaje de participación, tal y como se esperaba, fue Girona, con un 53,32%, seguida de cerca por Lleida (52,83%), Barcelona (41,23%) y Tarragona (40,62%). Las comarcas con mayor participación, sin embargo se situaron en estas dos provincias: el Priorat, con un 85,42%, y el Moianés, con un 73,98%. La Val d’Aran, con un escaso 24,44%, y el Tarragonés, con un 28,67% fueron las comarcas que registraron la participación más pobre durante el referéndum del domingo.