Martxelo DÍAZ
Euskaldunización de adultos

Nunca es demasiado tarde para empezar en el euskaltegi

Mari Jose, Mikel, Roberto y José Luis tienen algo en común: se apuntaron al euskaltegi cuando ya tenían unos años cumplidos para superar lo que consideraban una carencia. Hoy, son capaces de explicar su experiencia en público en euskara. Todo un logro.

José Luis aprovechó la jubilación para apuntarse en un euskaltegi de AEK. Tenía tiempo libre y podía estudiar euskara. Mikel aprovechó un cambio en el trabajo que le dejaba las tardes libres. La motivación de Roberto fue que sus hijos empezaron a la ikastola y quería hablar con ellos en euskara. Mari Jose quería aprender la lengua de su tierra para poder hablarla.

Los cuatro han conseguido un nivel más que aceptable en euskara. Como les dijo Kiko Urmeneta, el moderador de la mesa redonda que celebraron ayer en Iruñea, no es nada sencillo sentarse delante del público a explicar su experiencia. Y en euskara.

José Luis, que ha cumplido 76 años, reconoce que el primer día que acudió al euskaltegi se sintió un poco extraño. Era el primer día de su jubilación tras trabajar en una notaría, un lugar que describe como «muy serio». El euskaltegi de AEK era muy diferente. Le sorprendió que los juegos fueran una parte integrante de la clase de euskara. Además, era un grupo formado por gentes de diferentes edades. «Algunos tenían la edad de mis hijos. Otros, en cambio, tenían los mismos años que mis nietas», recuerda.

Sin embargo, tras lo que define como «un fenómeno extraño que sucedió de repente», comenzó a sentirse cada vez más cómodo en las clases.

Mikel también era el que más edad tenía en su clase del euskaltegi cuando comenzó. Pasaba de los 50, pero no tuvo problemas de adaptación. «Era el más mayor, pero me integré muy bien», recuerda.

También Roberto y Mari Jose valoran muy positivamente su paso por el euskaltegi y destacan que la metodología de AEK les ha permitido hablar en euskara casi desde el principio en vez de agobiarse en clases de gramática, que también las hay.

«Sabemos que vamos a meter la pata, que vamos a cometer errores. Pero metiendo la pata y cometiendo errores nos pueden corregir. Y así vamos aprendiendo, poco a poco», explicó este alumno del euskaltegi de AEK de Arrotxapea desde hace ya tres años.

Todos destacan que aprender euskara no es fácil, pero subrayan que tampoco es tan difícil como algunos dicen. «Puede que la gramática del inglés sea más fácil que la del euskara. Pero lo complicado viene cuando hay que pronunciar el inglés. Con el euskara eso no pasa», destaca Mikel.

Tras su paso por el euskaltegi, ahora son capaces de leer en euskara, de escuchar la radio, de ir al teatro o al cine. «Al principio, había muchas cosas que no entendía. Pero cada vez son menos. Te das cuenta de que, un día, entiendes todo lo que dice la radio», explica Mari Jose. Mikel fue, incluso, a la final del campeonato de bertsolaris.

José Luis ha conseguido algo mejor: que sus nietas consideren que su aitona es euskaldun y hablen con él en euskara. Ha logrado con 76 años lo que no pudo, o no lo dejaron, cuando era un niño. Poder hablar en euskara en casa.