La Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras, Jakiunde, estima interesante «mirar hacia el pasado con el fin de encontrar pautas para el futuro», aunque en su propio seno hay miembros como Javier Retegi, con una dilatada carrera académica e institucional, que ayer incidió en el auditorio de AlhondigaBilbao en la profundidad de los cambios que se atisban y que hará necesario cambiar conceptos y paradigmas, a la espera de una nueva corriente de pensamiento anclado en el humanismo que se contraponga a la lógica perversa de los mercados, fijando su atención de los movimientos surgidos a raíz de esta crisis mundial.

Reflexionó quien fuera rector de Mondragon Unibertsitatea y antes consejero de Industria, Agricultura y Pesca en el cambio «estructural» de la economía por un capitalismo especulativo que escapa del control de los estados y al tiempo de invertir en «proyectos reales». En la «revolución del conocimiento que no ha hecho más que empezar» y la obligación del sistema educativo de afrontarla en un contexto mundial. «El rol de la universidad debe cambiar», añadió.

Pero por encima del análisis del escenario, Retegi destacó la importancia de la cooperación a distintas escalas para convertirlo en un factor de competitividad, no solo entre empresas, también con la parte social. José Antonio Garrido, presidente de Bilbao Metrópoli-30, abundó -al igual que lo hizo el director general de Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte y Pedro Miguel Etxenike- en que la innovación debe llevar asociado el factor riesgo. Este ingeniero vinculado a Iberdrola confió en la industria de bienes de equipo relacionada con firmas punteras que han ido abriendo mercado en distintos puntos del planeta. Y no se olvidó de esa generación cualificada que solo logra ser becario o un sueldo de 600 euros. Para ellos, planteó buscar una solución después de que Retegi hubiera apostado por compatibilizar la formación con el trabajo a lo largo de la vida, incluyendo también a las personas mayores por la prolongación de la esperanza de vida.

María José Aranguren, directora de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, defendió que «no hay recetas» prefijadas, aunque remarcó la importancia de líderes con los que afrontar un contexto «complejo», en el que será necesario enfrentarse a estrategias más complicadas que las impulsadas en el pasado conjuntamente por la iniciativa pública y privadas a través de la innovación. Su apuesta es el liderazgo compartido.

La mujer en la industria

La catedrática de Teoría Económica Mari Carmen Gallastegi fue optimista sobre la capacidad de reacción y aseguró respecto a cómo afrontar la crisis que «hemos aprendido a dominarla». Se fijó en el tamaño de las empresas, a su entender pequeñas en su mayoría, y la necesidad de avanzar en la incorporación de la mujer a la industria del futuro, donde la manufactura estará asociada a los servicios avanzados.

No faltaron las experiencias expuestas por Ignacio Martín, presidente ejecutivo de Gamesa, y Andrés Arizkorreta, consejero delegado de CAF. En ambos casos, no sin esfuerzos, han logrado evolucionar en escenarios difíciles convirtiéndose en referencia de compañías vascas en expansión por el mundo.

El exvicelehendakari Jon Azua expuso los retos que afrontaron hace 35 años desde el Gobierno autonómico y se inclinó por «reinventar los nuevos modelos de negocio«, advirtiendo de los retos que supone la internacionalización de las compañías en un mundo tan competitivo. Mikel Navarro, investigador de Orkestra, se manifestó en favor de la confluencia de planes sectoriales para afrontar la salida a la crisis con estrategias compartidas en ámbitos como la fabricación avanzada o la biociencia de la salud.

El director del Gabinete de Alcaldía del Consistorio bilbaino, Andoni Aldekoa, estableció entre los retos la configuración de una gran área metropolitana, más allá del antiguo Gran Bilbao, en la que el peso de la población inmigrante pase del actual 8 al 16% en 2030. Debe ser, a su juicio, una ciudad que atraiga inversiones y no sea una mera marca turística. «Estamos en la dicotomía de que seamos una capital de provincias o una ciudad internacional», planteó.