«Depende del pueblo alcanzar un acuerdo político, pero el tiempo se agota. Necesitamos que haya pasos rápidos para alcanzar un acuerdo. El Conflicto debe ser resuelto mediante la negociación y el diálogo pacíficos», ha afirmado el mediador de la Liga Árabe y de la ONU, Kofi Annan, en rueda de prensa tras la reunión de Ginebra.

En la reunión han estado representados a nivel de ministros de Asuntos Exteriores los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia– y cuatro países invitados –Turquía, Kuwait, Irak y Qatar–, además de los secretarios generales de la ONU, Ban Ki Moon, y de la Liga Arabe, Nabil Elaraby.

El acuerdo alcanzado apela a que las partes en conflicto para que nombren a unos interlocutores que negocien la formación del nuevo gobierno de unidad nacional sirio, que debe incluir tanto a miembros de la oposición como a representantes del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad.

El nuevo plan de paz, que deberá ser aceptado por consentimiento mutuo por las partes, insta además a realizar una reforma de la Constitución siria y a celebrar unas elecciones libres y limpias.

El documento suscrito por las partes pide «la creación de un organismo de gobierno de transición que pueda crear un ambiente neutral», un gobierno formado sobre la base del consentimiento mutuo, «con plenos poderes ejecutivos» y que «puede incluir a miembros del actual Gobierno y de la oposición y a otros grupos».

Este sería el primer paso para lograr un proceso de diálogo nacional que «debe ser no solo incluyente, sino también significativo, es decir, que sus conclusiones deben ser aplicadas». «Sobre esta base puede haber una revisión del orden constitucional y del sistema legal. El resultado del proyecto constitucional deberá ser sometido a la aprobación popular», señala el texto enviado por Annan.

El documento pactado reafirma el apoyo de los firmantes al plan de paz de Annan y por ello pide tanto al régimen como a los grupos armados de la oposición que renueven su compromiso con él y cesen de inmediato la violencia y para ello cooperen con la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) y sus observadores.

El acuerdo no incluye una nueva reunión del Grupo de Acción sobre Siria y deja su convocatoria en manos del enviado especial Annan, a quien reiteran su pleno respaldo.