NAIZ.INFO
MADRID

Instituciones Penitenciarias concede el tercer grado al preso Iosu Uribetxebarria

Instituciones Penitenciarias ha concedido el tercer grado al preso gravemente enfermo y en huelga de hambre Iosu Uribetxebarria una vez estudiada la propuesta a favor elaborada por la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha concedido el tercer grado penitenciario para Iosu Uribetxebarria, una vez estudiada la propuesta a favor elaborada por la Junta de Tratamiento de la cárcel alavesa de Zaballa atendiendo a la salud del preso, según han informado fuentes penitenciarias.

Para acceder a la libertad condicional es necesaria la concesión del tercer grado. Por ahora, Uribetxeberria seguirá en el Hospital Donostia bajo vigilancia policial.

Esto quiere decir que su situación no cambia para nada por el momento. Por ejemplo, continúa custodiado por la Ertzaintza y no hay libre acceso a su habitación salvo para las visitas establecidas.

En una nota de prensa, Instituciones Penitenciarias habla de las «razones humanitarias» que asisten al preso, recordando el aval de la Junta de Tratamiento de Zaballa tras un informe en el que se certificaba que la enfermedad «muy grave, irreversible e incurable» que padece entra en los supuestos del artículo 104.4 del régimen carcelario.

Asimismo, Prisiones insta a la cárcel de Zaballa «a elevar el próximo lunes su expediente sobre la libertad condicional del recluso al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria», que es quien tiene la última palabra. Aunque la solicitud llegue pasado mañana a la mesa del juez este no tiene por qué tomar la decisión este mismo día, lo que alarga la situación de extrema gravedad en la que se encuentra Iosu Uribetxebarria.

Tres condiciones

Dentro de ese expediente, el departamento que dirige Ángel Yuste ha incluido tres condiciones por si el preso vasco quedara libre. La primera, el «alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de estas». La segunda, «la prohibición de participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia», mencionando explícitamente a ETA, o de «hacer declaraciones de esta naturaleza, así como las que conlleven desprecio o desconsideración de las víctimas». Por último, le prohíbe «ausentarse, sin previa autorización de la Administración Penitenciaria, de la localidad en la que fije su residencia».

La Audiencia Nacional española decidirá en los próximos días sobre la libertad del preso.