El representante del comité de empresa de ELA en Grumal, Josu Galarraga, ha asegurado que los trabajadores de la planta, pertenecientes a Fagor Electrodomésticos, se encuentran «indignados» por la «nula» información recibida hasta la fecha y ha defendido la viabilidad de la fábrica.

A diferencia del resto de empresas del grupo guipzcoano, Grumal permanece abierta y mantiene su actividad, por lo que la plantilla cree que «es viable» y se mantiene a la espera de «un plan» que permita su continuidad.

Galarraga, que ha participado en la manifestación que el colectivo Elkar-ekin ha desarrollado en Azpeitia bajo el lema ‘Azpeitian bizi eta lan, duintasuna herritarrentzat’, ha afirmado que los trabajadores de Grumal se mantienen a la espera de noticias sobre su situación e «indignados por la nula información que tiene el comité, mientras se filtran informaciones a los medios».

Además, ha insistido en que la empresa de Azpeitia tiene «hoy en día trabajo». «Somos la única planta (de Fagor Electrodomésticos) que está trabajando», ha dicho, a la vez que ha defendido la capacidad de Grumal para continuar su actividad y ha exigido que se presente «un plan de viabilidad».

Grumal, dedicada a la fabricación de muebles de cocina, fue adquirida por Fagor en 2005 y cuenta con una plantilla de 148 personas.

Sin embargo, la marcha ha servido asimismo para mostrar la preocupación de los ciudadanos por la situación económica de la comarca, que se ha visto agrabada tras el cierre de Corrugados Azpeitia. Los manifestantes han pedido a las instituciones que «hagan lo posible» para frenar la situación.

Durante el recorrido, se han exhibido pancartas con reclamaciones laborales de los trabajadores de empresas de la zona, pero también de otros colectivos sociales, entre ellos el de estudiantes o jubilados, que se han mostrado «en contra de los recortes».