El jazz estalla en el Teatro Principal
El Festival de Jazz de Gasteiz completó ayer su tercera jornada y afronta su recta final. Las actuaciones de Kathrine Windfeld y Moisés P. Sánchez fueron los platos fuertes.

Los combos del Conservatorio Superior de Música de Navarra abrieron la jornada como cada mañana hasta ahora. Ambos grupos demostraron buen nivel, el primero en un un estilo más be pop, el segundo incluso se atrevió con algún tema propio, en clave fusión. Sonaba a jazz, y aunque obviamente les falta recorrer millas hasta sonar como las bandas de la tarde, amenizaron la mañana a todos los asistentes, en gran medida compañeros, profesores y familiares.
Tras ellos tomó el control del escenario el contrabajista Alexander López, presentando su proyecto SPA, con el que pretendían hacer una revisión de la obra del contrabajista, pianista, cantante y compositor israelí Avisahi Cohen
Abrieron con el tema Eleven Wives junto al batería Hilario Rodeiro y el pianista José Luis Canal. Tras una ejecución un tanto nerviosa de dicho tema se sumarían al trío inicial Julen Izarra al saxo, Rubén Salvador a la trompeta y Raul Vera a la guitarra, para repasar temas como Slick, The Gift, Song for my brother y Madrid, entre otros. Contaron con la flauta y la voz de Irantzu Garamendi para la interpretación de algunos de los temas de su repertorio.
Realmente los temas sonaron, los solos fueron consistentes, pero en mi opinión, y para los que conocemos y hemos seguido la trayectoria del aclamado músico, echamos de menos una apuesta más personal, ya que no nos cabe una banda tributo más, y es una pena que tras años de preparación y estudio no se arrojen los músicos a la piscina proponiendo temas propios e ideas originales. Hay que intentarlo, no existen los atajos.
Javier Colina, Marc Miralta y Perico Sambeat
A las 17.35 salían al escenario estos tres veteranos de la escena estatal. Dicen que llevan 15 años tocando juntos, pero que lo milagroso es que todavía se lleven bien. Con estas palabras presentaba Perico Sambeat el concierto. Recuerdo que muchos años atrás ya grabaron aquel mítico New York Flamenco Reunion junto a Guillermo McGill y George Colligan, del que tengo que tener una copia en CD por algún lado. Tras aquella aventura Miralta y Sambeat siguieron tocando habitualmente juntos, mientras que Javier vivía sus propias aventuras.
Recuerdo un Jazzaldia en Donosti, de los primeros que se hicieron en la plaza de la Trinidad, en un escenario que tuvo una breve duración en los jardines de La Concha frente al Ayuntamiento. En dicho escenario se encontraban Perico y Marc junto al contrabajista catalán Rai Ferrer y no sé si Joan Moné al piano.
Asistí por primera vez en mi vida a una situación musical, un tipo de arreglo que consistía en que Marc Miralta subía el tiempo en su rueda de solo, volvía Perico a solear, luego otra vez el batería que volvía a subir el tempo, luego el pianista, después una y otra vez hasta terminar a una velocidad endiablada.
Yo que era más joven lo recuerdo aún como si fuera hoy, entre otras cosas porque me acompañaba mi viejo amigo Javier Area, que no tardaría en tocar él mismo en el Jazzaldi junto a los Blues Thorpes. Detecté que subió el tempo en el primer solo y sorprendido pensé que les había pillado en renuncio. La satisfacción de haber descubierto un error que no era tal me duró poco tiempo, y Javi se reía como siempre, compañero e instructor. Hoy me acordé de ti, amigo. Un saludo allí donde estés, querido compañero. Sirva esta anécdota de homenaje.
Creo que he visto uno de los mejores conciertos de jazz que recuerdo. Estos tres formidables y experimentados músicos, curtidos en mil batallas, se las saben todas y tocan con una energía difícilmente comparable. Acaso el baterista de Atlantic Bridge el que más se les acerca, rebuscando entre los conciertos vistos hasta ahora.
Marc es vigoroso, divertido, mientras que Colina es un alma salvaje y seductora. El equilibrio y el temple lo ponen el saxo alto y el carácter más calmado de Perico Sambeat. Han dado un repaso a temas propios con ese deje rítmico latino influencia del gusto por los ritmos caribeños y por el flamenco del contrabajista navarro, tamiz por el que han pasado también temas de Cole Porte, en arreglo estilo de Javier, o un tema del mismísimo John Coltrane por bulerías.
Entre temas propios y unas bien seleccionadas versiones fueron transcurriendo los enérgicos y melódicos solos de Colina, contrastando con los solos más sutiles y profundos de saxo y la poderosa dinámica de la batería. Antes de tocar el último tema en forma de divertido calypso y que presentaron entre bromas ante un público absolutamente entregado con el título de Apocalypso, tocaron a ritmo de Second Line Mirasambolina, composición de Marc que debe su título a una inspiración de la genial Maria Schneider en un fortuito encuentro en algún camerino del mundo. De no ser por lo apretado de los horarios del festival, hubieran podido seguir tocando otra hora más, y nadie se habría movido de sus asientos, en la jornada con mayor asistencia de público al Teatro Principal.
Kathrine Windfeld y Moisés P. Sánchez
Una sesión de noche marcada por los sofisticados arreglos de corte marcadamente europeo de Kathrine Windfeld, acompañada de una joven pero solvente banda. Interpretaron de manera fluida un repertorio basado principalmente en armonías abiertas de influencia clásica, aunque con momentos de gran agitación rítmica y brillantes solos de Tomasz Dabrowski a la trompeta, Marek Konarski al saxo tenor y Hannes Bennich a los saxos alto y soprano.
La banda la completaban la propia Kathrine al piano, la cual demostró ser una solvente pianista pero también que su mente está más en el conjunto, lo cual suele ser una gran virtud y algo que la música y los oyentes suelen terminan por agradecer, Johannes Vaht al contrabajo, el cual no dejó de sostener con aplomo todos los pasajes de solos, transiciones y complejos cambios rítmicos y el resuelto baterista Henrik Hoslt Hansen.
Cierto es que escuchando este formato, a uno le dan ganas de ver lo que idearía la compositora danesa para una big band, ya que ciertamente parece seguir los pasos de la anteriormente mencionada y genial compositora y directora Maria Schneider. Otro acierto de la dirección del festival en mi opinión, ofrecer la posibilidad de escuchar a músicos que, siendo hoy una realidad, representan el futuro próximo del jazz.
La última actuación de la jornada corrió a cargo de un músico al que ya habíamos visto en este mismo escenario la noche anterior, acompañando al talentoso contrabajista local Pablo Martín Caminero. Como líder de la banda y ejerciendo desde el piano, Moisés Sánchez se presentó en compañía de Borja Barrueta a la batería, Toño Miguel al contrabajo, Miron Rafajlovic a trompeta y a la guitarra y Cristina Mora a la voz.
Una formación de gran talento y virtuosismo, condiciones ambas que se hacían necesarias para acompañar e interpretar las complejas composiciones del pianista madrileño. Con una mezcla de músicas que van desde Hayden o Bach hasta el último rincón del Mediterráneo, con una gran facilidad para retorcer los compases hasta hacerlos casi incomprensibles, y una gran cantidad de sorprendentes cierres al más puro estilo flamenco, fue hilvanando un repertorio basado principalmente en temas de su último disco.
Emocionado por su primera participación en el festival, hizo un tema a trío recordando sus inicios con los músicos con los que empezó hace casi veinte años, donde pudimos escuchar una faceta más amable del pianista, y sobre todo, cabe destacar el interludio a piano solo en medio del preciosista y sutil tema Miedo a la soledad, con letra de Cristina Mora, donde Moisés dejó sin respiración al Iradier Arena con una exposición donde dejó muestras de un virtuosismo, creatividad y talento extraordinarios.
Un concierto interesante a la par que complejo y denso, con algunos momentos cálidos, pero en su mayor parte de gran intensidad y tensión. Un músico al que volveremos a ver, seguro, en muchos otros festivales en un futuro cercano.

Diez bandas navarras rinden homenaje al trovador Fermin Balentzia con un disco tributo

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

«Espainolisten oldarraldiaren aurrean» independentziaren alde agertu dira ehunka gazte Bilbon

La autopsia confirma el crimen machista en Barakaldo; detenido un hombre de 27 años



