Javier Iturrixa

Atalaya y Somoun, un par de montes con mucha salsa

Son varios los itinerarios que llevan al mismo objetivo.
Son varios los itinerarios que llevan al mismo objetivo.

En un principio, la ruta que preparé para estos dos montes era saliendo desde el pueblo de Paul. Se trataba de una vuelta circular a estas dos maravillosas montañas que, aunque corta, era bonita.

Sin embargo, más adelante me di cuenta de que me había dejado el lago más grande de Euskal Herria por visitar, el GR de Fontecha a Arreo, la cresta del Atalaya, la escondida y rocosa Peña La Uña. A estas dos desconocidas cumbres puntuables se les podía sacar muchísimo más jugo. Así que hice algo que nunca había hecho hasta la fecha: tirar a la papelera el material ya preparado. Y el resultado de esta decisión es lo que tenéis a continuación.

Desde Fontecha sale una pista dirección noreste, siguiendo unas marcas del GR blanquirrojas. La pista allanada de tierra pronto se convierte en otra de peor calidad. Más adelante, dicha pista se convierte en un sendero que va en paralelo al río, delicioso. Cuando llevemos unos 5 kilómetros, saldremos a una pista asfaltada, justo a la altura del Lago de Arreo. Ascenderemos por dicha pista asfaltada durante unos 50 metros para girar a la derecha y coger otra pista de tierra que sigue ascendiendo.

Peña La Uña

Esta nueva pista discurre entre bosques y está señalizada con marcas blanquiverdes. La pista llega hasta el filo de la montaña para girar bruscamente a la izquierda. Al poco, el paisaje se abre a unas larras y nos pondremos casi debajo de unas líneas de Alta Tensión. Nada más pasar la segunda torre de Alta Tensión, saldrá una pista a la derecha que sube hasta el mismo filo de la montaña. En este punto, nace otro bonito sendero que, irremediablemente, nos llevará hasta Peña La Uña (815 m), curioso pico rocoso que sobresale en la montaña.

Avanzaremos por el sendero hasta el siguiente collado y giraremos a la izquierda para regresar a las líneas de Alta Tensión. Seguiremos por la pista que continúa al lado de dichas líneas. Cuando unas piezas se interpongan entre la línea de Alta Tensión y nosotros, la pista girará a la izquierda. Bajando por dicha pista, llegaremos a un cruce de pistas. Una vez en el cruce, giraremos a la derecha para volver a ascender.

Avanzaremos por esta nueva pista, sin salirnos en ninguna de sus ramificaciones, hasta llegar al filo de la montaña. Aquí giraremos a la derecha para llegar, casi inmediatamente, a otro sendero marcado con mojones que nace también a la derecha. Por este nuevo sendero alcanzaremos, en breve, la cumbre del Somo (902 m): la victoria está cerca.

Volveremos sobre nuestros pasos y continuaremos por el filo. La pista, ahora, se convierte en una vertiginosa bajada y, después, remonta un poco hasta llegar a otra línea de Alta Tensión. Aquí giraremos a la derecha, siguiendo dicha línea. En la siguiente pista, giraremos a la izquierda hasta aparecer, directamente, en el Puerto de la Tejera.

En el Puerto de la Tejera

Atravesaremos la carretera y continuaremos por una pista que nace a la derecha. Al poco, llegaremos a una bifurcación de pistas en el que cogeremos la del medio, la que está marcada con un cartel de madera. Dicha pista asciende en zig-zags hasta dejarnos en la cumbre del Atalaya (907 m). Aahora sí que ya hemos ganado.

Seguiremos por la pista que íbamos hacia el oeste por todo el filo de la montaña. Obviaremos todas las desviaciones que nos encontraremos para llegar, sin pérdida, a Salinas de Añana. De esta manera, podremos admirar, mientras descendemos, la preciosa cresta rocosa del Atalaya y sus paredones. Además, de fondo tendremos la vista de Salinas de Añana y de Valdegobia, en general. Sin duda, una preciosa vista de postal para despedirse.