Arnaitz Gorriti
Madrid

20 minutos para soñar; 20 para olvidar

Kirolbet Baskonia ha ofrecido 20 minutos para soñar con el título de Liga ACB. De hecho, el Real Madrid puede darse por satisfecho por haber llegado con empate a 52 al descanso, después de que el Baskonia hubiera perdido a Johannes Voigtmann, por culpa de un problema en su tobillo derecho. Que nadie tome en cuenta el marcador, porque cuando ha visto el partido perdido, Pedro Martínez ha preferido guardar a sus titulares, a pesar del digno 98-91 final. El domingo, con 1-1 en el marcador de la Finalísima de la Liga ACB, es el Baskonia quien mantiene la iniciativa. Si Voigtmann llega para las 18.30 a Zurbano, todo estará en el aire.

Diop, en un momento del encuentro.
Diop, en un momento del encuentro.

El 15 de junio de 2010 Fernando San Emeterio anotaba el decisivo «dos más uno» que suponía el tercer entorchado liguero para el Baskonia. Desde entonces, una travesía de ocho años sin una sola final que llevarse a la boca. Por ende, perder este segundo partido, por si hay quien quiera verlo como el augurio de un 3-1, no supone ningún ridículo. Ni mucho menos una rendición.

Porque los play offs han devuelto al Baskonia al lugar donde nunca se quiso apear, y en el primer partido de la finalísima le colocaba un 90-94 a todo un Real Madrid –reciente ganador de la Euroliga–, cuando pocos lo hubieran imaginado. Pero no solo es que Kirolbet Baskonia se llevara el partido, sino que marcó el ritmo, sacando de punto y haciendo jugar a los de Pablo Laso sin saber cómo neutralizar el juego gasteiztarra. Tanto es así, que Pedro Martínez ha vuelto a repetir el quinteto titular, con Vildoza y Janning en detrimento de Huertas a Beaubois, mientras que Timma, Shengelia y Poirier formaban el frontcourt. El Real Madrid cambiaba a Taylor, Felipe Reyes y Carroll en el quinteto titular, tres de los jugadores más molestos en el primer partido. Y la primera jugada, «un dos más uno» de Reyes, ha demostrado que aquello no fue casual.

Pero Kirolbet Baskonia tampoco se ha arredrado, llegando a ponerse por delan te 12-15 a golpe de triple, con Vildoza volviendo a confirmar su condición de titular indiscutible en la dirección. El primer error gasteiztarra, la rápida segunda falta de Shengelia. La primera mitad ha estado a la altura de... ¿unos play offs de la NBA? ¡Pues sí! Con el conjunto gasteiztarra al completo, ha puesto su piel bien cara a un Real Madrid que, con todo, ha mostrado unos recursos infinitos, al tiempo de permitirse Pablo Laso el lujo de prescindir de Randolph.

En este arranque, empero, el nombre propio del arranque tenía nombre y apellido: Matt Janning, autor de tres triples consecutivos sin fallo, varios de ellos lanzados a la contra y a la carrera, pleno de confianza. ¡Cualquiera diría que el norteamericano llegó con un simple contrato temporal! Tres puntos más, en este caso de Huertas después de una falta más técnica de Campazzo, ha supuesto la primera escapada del Baskonia: 17-24, y el WiZink Center que no ha podido sino insultar a los árbitros. Y como el arranque gasteiztarra ha sido espectacular, esa escapada se ha ido a la decena: 17-27.

¿No nos sonaba la canción? Kirolbet Baskonia ha impuesto el ritmo y el Real Madrid, respondido a base de genialidad, como fueron el taponazo de Tavares a Poirier y el posterior triple de Rudy Fernández, llevando un parcial de 5-0. Es lo malo –y lo bueno– de partidos tan tensos: se hacen eternos y es imposible mantener la misma intensidad los 40 minutos. Tan claro como que la respuesta gasteiztarra ha sido un parcial de 0-6: 22-33. La peor noticia en ese lapso de tiempo ha sido la torcedura del tobillo derecho de Voigtmann, obligando al alemán a irse a vestuarios para no volver en todo el partido y perdiendo Kirolbet Baskonia el mejor referente interior para obligar a Tavares a salir de la zona. En la cancha, el gran cuarto baskonista ha terminado sin el premio deseado: solo 28-33 a favor.

Con el contratiempo de Voigtmann Pedro Martínez ha debido darle una vuelta a sus rotaciones, y en honor a la verdad, jugar con cuatro pequeños, llegando a usar a Timma de ala-pívot, no le ha funcionado del todo. Era la hora de ver si Diop daba o no la talla. En el ínterin, el Real Madrid ha tomado aliento y se ha arrimado hasta el 32-33, y aunque Huertas ha anotado de tres, el partido ha cambiado de signo, al punto de que un triple de Thompkins, que ha llegado tras un mate de Doncic, el conjunto merengue ha vuelto a tomar la delantera con 41-40. Suerte que ahí estaba Janning, para anotar su cuarto triple sin fallo y empatar el partido a 43.

No obstante, esta parte del partido en nada se parecía al arranque. A tal punto, que Pedro Martínez ha apostado por meter a Granger y Vildoza juntos, empleando al uruguayo como escolta y a Janning como alero a tiempo completo. Y aunque ha tocado sufrir, Kirolbet Baskonia ha aguantado el tirón, con el quinto triple sin fallo de Janning y la brega de Poirier, Diop y Shengelia. «Pero con este score, nos van a ganar. Hay que bajarlo como sea», ha dicho Luca Vildoza en tiempo de descanso, después de alcanzar los vestuarios con empate a 52.

Un parpadeo muy largo

Desde luego, que luego vengan hablando de la pasión latente del Mundial de fútbol, cuando hay partidos con más que hablar sobre lo que ocurre en la grada que en el césped, mientras que en este segundo partido de la Final de la Liga ACB uno no podía ni parpadear. Ese es el tiempo que ha tardado el Real madrid en irse 56-52, mientras que en el bando baskonista calentaba Voigtmann, pero al final no volvía. El Real Madrid más cómodo de toda la serie estaba empezando a poner su ritmo. Por fortuna, Poirier le ha puesto el despertador a los gasteiztarras clavándole un matazo a Tavares. ¿Sabemos quién es Trey Thompkins? Pues un obrero que le ha empezado a sacar las castañas del fuego a los de Pablo Laso, con una canasta al poste bajo ante Shengelia y un triple posterior, superando al ala-pívot georgiano en las dos canastas. Un alley oop de Doncic para Tavares encendía las alarmas: 63-54 y tiempo muerto de Pedro Martínez. Una cosa es la épica, y otra suicidarse primero para resucitar después.

Después de 20 minutos tan buenos, el bajón gasteiztarra ya no hacía gracia, sobre todo cuando Campazzo ha establecido un parcial de 14-2 con un triple, valiéndose de que a Vildoza no le iban las piernas tan rápidas como en la primera mitad. Hasta Doncic, tan apagado durante partido y medio, ha empezado a gustarse entre sus canastas y sus gestitos a los árbitros. El partido se ha ido con el 70-55, tanto es así que Pedro Martínez le ha dado sus primeros minutos a Malmanis, a sabiendas de que Voigtmann ya no iba a regresar y que Shengelia, que ha tenido su conato de follón con rudy Fernández y Tavares, no estaba en el partido. Todavía restaban 14 minutos para acabar el partido, pero el quinteto compuesto por Huertas, Beaubois, Garino, Malmanis y Diop no parecía precisamente preparado para la guerra, sino para dar descanso a los titulares del Baskonia de cara al partido del domingo en el Buesa Arena. El cuarto terminaba con 83-65.

Ha sido duro contemplar el último cuarto, sobre todo después de haber paladeado los 20 primeros minutos. Incluso con el partido perdido y el WiZink Center cantando por alegrías, Janning se ha permitido su sexto triple sin fallo, y los primeros puntos de Malmanis en las Finales. El propio Ilimane Diop ha aumentado sus promedios de anotación al sumar por encima de la decena, una gracia permitida por los de Pablo Laso, a sabiendas de que su ventaja, siempre por encima de los 10 puntos hasta los últimos segundos, no ha peligrado en ningún momento. El Real Madrid ha bajado el pistón y Kirolbet Baskonia ha dignificado el resultado final, jugando con cuatro exteriores y la movilidad de Diop. La peor noticia, por otro lado, era un horroroso Rodrigue Beaubois, que se autoeliminaba con una basurda falta, para firmar un partido lastimoso cerrado una valoración de -9. Nos vemos el domingo, y si es con Voigtmann, nada estará perdido.