Ixai BARRENETXEA
BILBO
Interview
USUA DE LA FUENTE Y KOLDO SORET
BATERÍA Y GUITARRA/VOZ DE NIñA COYOTE ETA CHICO TORNADO

«Da igual el género, la idea es buscar lo mejor que pueda dar cada tema»

Koldo Soret lleva desde 1991 tocando bajo y guitarra en diferentes grupos. Desde su experiencia en 2013 crea Niña Coyote eta Chico Tornado junto a Usua de la Fuente (Las Culebras y Zuloak). El dúo, enrojecido por el desierto de California, acaba de publicar, compacto y vinilo transparente, «Aitzstar», su cuarto y más ambicioso disco. Esta semana giran por EH y en mayo, 24/25, estarán en Iruña Rock.

Entre rescoldos de atardecer y arena entre lomas, un aullido sugiere que ha nacido la niña coyote en Joshua Tree. En otro momento, en la legendaria San Francisco, capaz de ver germinar tanto a los jipis como al thrash, el death metal o el stoner, un joven y curtido músico cruza su guitarra con otros músicos, tal y como acostumbra en su ciudad natal. Entre acordes, ritmos y solos compartidos surge un revoltijo de notas y emociones, es el chico tornado. Solo queda que una tarde cualquiera, paseando por Donostia, Usua de la Fuente y Koldo Soret decidan ser lo que ya fueron en aquel viaje: Niña Coyote eta Chico Tornado.

Desde entonces, la capacidad de viaje de Koldo Soret y Usua de la Fuente (Ursula Strong en su forma artística) no cesa. Han sido, lo son, una road movie que les traslada de ciudad en ciudad por cientos de escenarios entre diferentes países. De Frisco y el desierto californiano toman el sonido stoner y el hard-rock de los setenta, sonoridad que el dúo ha mantenido hasta su cuarta referencia, el actual “Aitzstar”, solo que ahora las referencias desert rock se hallan más tamizadas; un machetazo ha partido el cactus y el árbol cirius ofrece otras sombras. El sonido es pesado, pero a esta “roca” se le han adherido nuevos vecinos, otros cantos que son tanto duras piedras como nuevas melodías. “Aitzstar” es su disco más fornido, duro y rasposo a la par que ventilado. Se percibe la experiencia, los kilómetros por tierra y aire, el deseo de ser lo que fueron, pero creciendo desde dentro, sin experimentos vacuos ni debilidad por las modas. NC/CT son igual de sinceros, pero ahora cuentan su historia de forma ampliada.

La portada es fílmica. Dureza en las expresiones en aras de transmitir misterio, un suceso consternador. Michelle Pfeiffer (Usua) observa en segundo plano, traslada inquietud; Daniel Day Lewis, “En el nombre del padre” (Koldo Soret) proyecta malevolencia en primer plano. Inquieta. Es parte de la serie fotográfica que se puede observar en su entretenido Facebook/Instagram, donde las fotos tornan dramáticas o gamberras, pero siempre atractivas. Como la de aquí arriba, firmada por Luxia Soret, 16 años, y sobrina de Koldo.

El single «Azeri eta herio» cuenta con la línea vocal más melódica que han grabado y mucho reverb. ¿Pudo influir el texto de Harkaitz Cano?

Koldo Soret: Como en casi todos nuestros temas, la letra fue lo último en llegar así que no influyó en la melodía. Es bastante oscura, diferente al pasado. La melodía de la voz y el juego vocal es lo que manejan la canción, algo raro en nosotros ya que los que suelen mandar son los riffs. Para la voz nos pedía una reverb muy larga, que se escuchara lejana.

Sin embargo, el desierto de California, con el que les une una relación emocional, es quien sirve de base para relatar la historia de «Errautsak», el primer videoclip.

K.S.: Grabamos el vídeo durante nuestra última gira por San Francisco y San Diego en California, y a México mas tarde. Entre el bolo de San Francisco y el de San Diego hicimos un alto en Los Ángeles y desde ahí viajamos a Sunfair Dry Lake (Joshua Tree), que es el lecho de un lago salado seco, por lo que el polvo no es solo polvo, también es, en gran medida, sal. Es bastante corrosivo para la piel, como pudimos comprobar. Las jornadas de rodaje eran de 6 de la mañana hasta que se metía el sol. Tenemos amigos que se dedican al vídeo profesionalmente y nos ofrecieron grabar este videoclip. El rodaje fue bastante duro, sobre todo por las condiciones climáticas. Contrariamente a lo que parece hacía mucho frío y eso sumado al sol aplastante, el viento y el polvo que tragamos durante dos días enteros, fue bastante cañero. Pero nos flipa el resultado final. El director de fotografía es amigo de hace tiempo, lo conocimos grabando material para un documental que está haciendo otro amigo, que a su vez es colega de gente que conocimos en nuestro primer viaje hace más de diez años. Él creó el equipo que rodó el vídeo. Es como una red que se va tejiendo en cada viaje que hacemos. Somos animales muy sociales según parece [risas].

Euripean Sua, Utikan, Mugatik, Surfin Kaos, aún en activo, 4 Itzal, Chico Boom y el presente. Más el recordatorio que empezó a estudiar música a los cinco años, txistu y acordeón. Ahora toca guitarra y bajo al unísono, creando un sonido peculiar.

K.S.: En Niña Coyote eta Chico Tornado he conseguido unir los dos instrumentos en uno, toco la guitarra, pero como si fuera un bajo. Esto me obliga a tocar la guitarra de una manera diferente a lo habitual y a sonar diferente. La necesidad de aportar graves a las canciones es lo que me ayudó y obligó a diseñar el sonido [hay ayuda de un octavador] y a tocar la guitarra de la manera que la toco en el dúo.

Y por si todo esto, más sus inagotables giras, no fuera suficiente, intervienen ambos en el corto «Hiesa». Usted como asistenta de vestuario, como ya hiciera en la película «Cuando dejes de quererme», estrenada hace poco más de un año, entre otros trabajos, y Koldo como actor.

Usua de la Fuente: Trabajo en vestuario hace mucho. Los últimos años he tenido que renunciar a proyectos de vestuario por la banda pero en la medida en que se dejan coordinar, que no es fácil porque ambos oficios son muy locos, me gusta seguir haciendo las dos cosas. Participamos en “Ihesa” porque era un proyecto de Sr.y Sra., una productora de Donostia que ha realizado varios vídeos nuestros y que está haciendo cosas muy gordas y muy interesantes. Nos lo pidieron y fue una experiencia brutal. Nos divertimos mucho en el rodaje. Yo estudié primero patronaje y después Bellas Artes. Empecé un poco por casualidad haciendo vestuario en series de ETB, cuando esta todavía producía series. Más tarde hice alguna película y bastante publicidad, que es lo que más permite librar los fines de semana para poder ir a tocar. Es un oficio precioso, pero duro y muy absorbente y no es fácil conciliarlo con las giras, que también son muy bonitas pero muy duras y absorbentes.

También cuentan con una gran afición por la fotografía, con excelentes encuadres, posturas... y buen ojo fotográfico. Calidad y diversión.

K.S.: Desde siempre hemos tenido claro que el rock es audiovisual. Ahora se nota más que nunca, pero siempre ha sido así. La imagen es complementaria a la música. Las redes sociales dan mucho trabajo, pero si se le dedica atención a la imagen, pueden ser un escaparate y ayudar a que tu música llegue más lejos. Hemos hecho sesiones con fotógrafos profesionales, con amigos a los que les gusta la fotografía. Julen, nuestro técnico de sonido nos saca algunas cuando vamos a tocar por ahí y también mucho autodisparo. Hacemos muchas fotos, creo que la clave está más en seleccionarlas bien.

Les produce Ricky Falkner, quien ya estuvo con los Berri Txarrak más pop.

K.S.: “Denbora da poligrafo bakarra” es un disco brutal y nos mola mucho y nos encantó la producción de Ricky. También hemos tenido a los mandos a Jordi Mora, que es un gran ingeniero de sonido que está haciendo cosas muy buenas con grandes artistas. Pero conocimos a Ricky un día en Madrid y desde el primer momento nos entendimos muy bien, también en lo musical. Después surgió la idea de hacer el disco juntos. Todos teníamos claro que no estábamos haciendo un disco de pop. En realidad da igual el género, la idea es buscar lo mejor que pueda dar cada tema, pillarle el pulso y sacarle todo su propio potencial.

Cada día golpea más duro, con mayor riqueza y un bombo enorme. ¿Hace pesas...?

U.F.: ¡Jajaja! No es necesario hacer pesas cuando viajas con la batería completa y cinco amplis. Desde que empecé en Zuloak he metido muchas horas con las baquetas en la mano… He sido autodidacta, no sé, es el trabajo del día a día. Me pico y me pongo a estudiar como loca hasta que me sale algo, dejo que crezca de forma natural, nunca he sido muy empollona. Llevar un bombo gigante creo que es influencia de nuestros amigos de California. Una vez me dejaron un bombo de 32 pulgadas, ¡una barbaridad! Y me enamoré… Con todo, fantaseamos mucho con desaparecer en algún paraíso tropical un largo rato. ¡Todo llegará!

«Cabezacubo» con la aportación de Hammond de Falkner y sonido tan grueso y pesado parece fijarse en el heavy progresivo de los setenta.

K.S.: Nos encanta y sobre todo tocarla. Ese Hammond es tremendo.

«Backintown» parece un brutal homenaje a Motörhead.

K.S.: Sí, se puede apuntar que es un homenaje. En la local de ensayo la llamábamos “la motor”.

«Geroa» es la penumbra fibrosa, una de las canciones más opacas y tensas de su discografía. Es un viaje astral entre la mística y el grosor del dolor. En realidad hay bastantes canciones para dejar el cuello tan jodido como el de los headbanging, como «Metl».

U.F.: La oscuridad nos gusta. “Geroa” es un canto al estancamiento general, a la manipulación del poder, a la sociedad dormida e individualista que el mayor divertimento que tiene es mirar a las pantallas para seguir siendo manipulados. Y nosotros también estamos dentro. ¡Anestesia nos flipa! Es una referencia muy directa para nosotros y por supuesto el nombre de esa canción es por ellos. “Metl” es para meterte en el desierto y perderte.