NAIZ

20 kilos perdidos, frío, aislamiento... el efecto de la prisión en Pablo González

La plataforma Free Pablo ha detallado en un hilo de Twitter los efectos de los nueve meses de aislamiento que acumula ya el periodista vasco Pablo González en una cárcel polaca. Ha recibido al fin una carta suya, que traslada una situación humana dura.

Pablo González, en un cartel de la plataforma, que ha recibido ahora su primera carta.
Pablo González, en un cartel de la plataforma, que ha recibido ahora su primera carta. (Hamaika Telebista)

Más de 20 kilos perdidos, falta de vitaminas y de ropa adecuada para el invierno, problemas de ventilación en la celda... son algunas de las situaciones que detalla el periodista vasco Pablo González, preso en Polonia desde febrero pasado, en una carta a la plataforma Free Pablo de la que esta ha dado cuenta en un hilo de Twitter.

Los detalles se corresponden con los que ya explicó su compañera, Oihane Goiriena, tras poder visitarlo al fin en Polonia durante dos horas, así como con los que narró su compañero de coberturas periodísticas Juan Teixeira en esta entrevista el martes a NAIZ.

González sigue encarcelado en la prisión de alta seguridad de Radom, a unos 70 kilómetros de la capital, Varsovia, y en condiciones de aislamiento. «Por aquí, la verdad, es que pocas novedades; es lo que tiene el aislamiento», comienza explicando el periodista «con un punto ácido», según remarca la plataforma de apoyo. «‘La mayor parte del tiempo, estoy bien de ánimo, aunque también hay momentos más bajos. Son ya unos cuantos meses de aislamiento total y pesan’, nos cuenta Pablo», añade.

Denegada ropa térmica

Narra en la misiva (recibida ahora pero con matasellos del 10 de noviembre) que «empieza a hacer frío» y «supongo que este invierno no tendremos demasiada calefacción. No tienen casi ni para las escuelas, imagínate las cárceles… He pedido, incluso la embajada española ha pedido, ropa interior térmica. Me han denegado. A cambio, el director ha autorizado darme una manta extra»

Además del frío, continúa Free Pablo, el periodista «sufre la falta de aire en su celda, algo que ya denunció ante Estrasburgo. ‘En mi zona las ventanas no se abren, y no hay manera de ventilar; calor en verano y acumulación de vaho (humedad) en invierno’».

«La mala alimentación también le está pasando factura. Sabíamos que había perdido más de 20 kilos y ahora nos ha dicho que debe utilizar suplementos alimenticios para suplir las carencias. ‘Me faltan proteínas; las que consumo las compro con el dinero que me ponen de fuera’», traslada Free Pablo. No obstante, no le permiten adquirir otros suplementos, así que el preso explica que «me faltan muchas vitaminas, así que ahora lucho por poder comprarlas, así como antioxidantes».

«De todos modos, sigo intentando sacar lo positivo de todo esto (...) En los peores momentos, siempre llegan cartas y la cosa se ilumina», indica la misiva.

Concentración este jueves en Madrid

Free Pablo valora que «este primer contacto directo con su familia ha supuesto un gran avance respecto al inmovilismo que domina su caso, pero es absolutamente insuficiente en lo que se refiere al respeto de sus derechos más fundamentales».

Este jueves su causa volverá a ser trasladada a la sede del Ministerio de Exteriores español en Madrid, con una concentración a las 19.00.