
El director Will Gluck escribió el guion de esta comedia romántica junto a Ilana Wolpert. En él conocemos a Bea (Sweeney) y Ben (Powell), aparentemente la pareja perfecta, pero que tras una tórrida noche juntos años atrás discutieron y se han odiado desde entonces, algo que no les importa dejar bien claro siempre que pueden. Aunque el destino ha hecho que coincidan en la misma boda, y para evitar cualquier catástrofe, les suplican que finjan tener una nueva relación.
La película ya ha logrado recaudar alrededor de 80 millones de dólares solo en Estados Unidos y Canadá, superando en tres veces su presupuesto inicial.
Este éxito financiero subraya la resonancia y el atractivo generalizado de la historia, consolidándola como un fenómeno más allá de las expectativas iniciales.
Buena culpa de ello la tiene la canción que se escucha durante todo el metraje, ‘Unwritten’ de Natasha Bedingfield, un tema muy pegadizo que fue lanzado en 2004 y que parece haber seducido a las nuevas generaciones.

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