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Tensa calma en Landaben ante la reestructuración en Volkswagen, que hasta afectaría a Alemania

Landaben vive con una tensa calma la reestructuración integral anunciada por Volkswagen y que incluso alcanzaría a la hasta ahora intocable Alemania, donde el grupo no descarta el cierre de plantas y los despidos forzosos.

Volkswagen Nafarroa vive con tensa calma el anuncio de reestructuración del grupo automovilístico.
Volkswagen Nafarroa vive con tensa calma el anuncio de reestructuración del grupo automovilístico. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Volkswagen ha anunciado una reestructuración integral del grupo automovilístico que afectaría incluso a Alemania, donde, en principio, están excluidos los despidos obligatorios hasta finales de 2029. En Landaben se ha recibido ese anuncio con una tensa calma, entre mensajes de tranquilidad, pero a la vez de incertidumbre.

En concreto y como parte de su programa de reducción de costes, el grupo no descarta el cierre de plantas y los despidos forzosos en suelo alemán.

Para ello, la dirección de Volskswagen ha informado de que cancelará un acuerdo de larga duración con los trabajadores en el país que excluía los despidos obligatorios hasta finales de 2029. El acuerdo está en vigor desde 1994.

La compañía ha señalado que los ejecutivos creen que la marca Volkswagen debe ser reestructurada integralmente y que los esfuerzos actuales para reducir la plantilla a través de modelos de jubilación anticipada e indemnizaciones por despido voluntario no serán suficientes para cumplir con los objetivos de ahorro.

«En la situación actual, no se puede descartar el cierre de plantas de producción de vehículos y componentes si no se toman medidas rápidas», ha indicado Volkswagen.

Los sindicatos anuncian una «batalla sin cuartel»

Los dirigentes sindicales de la marca han declarado que librarán «una batalla sin cuartel» contra los planes. La directora del comité de empresa del Grupo Volkswagen, Daniela Cavallo, ha calificado estos planes del fabricante de «ataque al empleo, a los puestos de trabajo y a los convenios colectivos», en un número especial del periódico del comité de empresa.

«Esto pone en cuestión a la propia Volkswagen y, por tanto, al corazón del grupo. Nos defenderemos ferozmente contra esto», ha escrito Cavallo en su mensaje a los trabajadores. «¡Conmigo no habrá cierres de fábricas de Volkswagen!», ha remarcado.

La marca principal de Volkswagen lleva años luchando contra unos costes elevados y está muy por detrás de empresas del grupo como Skoda, Seat y Audi en términos de rentabilidad.

El programa de reducción de costes lanzado en 2023 tenía como objetivo mejorar esta situación, al tiempo que pretendía mejorar los beneficios en 10.000 millones de euros para 2026. Sin embargo, la actual debilidad de los negocios nuevos agravó aún más la situación.

«El viento en contra se ha vuelto mucho más fuerte», ha dicho el director de Volkswagen, Thomas Schäfer, en el comunicado. «Por tanto, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos y crear las condiciones para el éxito a largo plazo», ha indicado.

Intervención del Gobierno alemán

Tras el anuncio del grupo automovilístico, el Gobierno de Alemania ha asegurado que busca intervenir en los problemas de Volkswagen, ya que las advertencias del fabricante requieren la actuación del Ejecutivo, según ha anunciado el ministro de Economía alemán, Robert Habeck.

Habeck ha señalado que se deben tomar medidas para garantizar que Alemania siga siendo un importante productor de automóviles y un país competitivo a nivel internacional. El ministro ha agregado que tomó la decisión de intervenir después de estrechas consultas con los socios.

«Todos los involucrados deben cumplir con su responsabilidad por los empleados de las plantas», ha afirmado Habeck, que ha reconocido que los fabricantes de automóviles enfrentan enormes desafíos en su transición a los vehículos eléctricos y al intentar mantener a raya a los rivales extranjeros, en clara referencia a los vehículos importados de Asia.

El ministro alemán asimismo ha agregado que los fabricantes de automóviles alemanes deben mantenerse al día con esta competencia y ha calificado a la industria del automóvil como una piedra angular de la economía de Alemania, que «debe seguir siéndolo».

En su intervención también ha indicado que los principales fabricantes de automóviles y sus proveedores son grandes empleadores para decenas de miles de trabajadores en Alemania, y los ha calificado de «motores de prosperidad» en todo el país y de «fuerzas importantes para la innovación».

Por otro lado, además de hacer referencia a los esfuerzos del Gobierno alemán para impulsar la demanda de vehículos eléctricos para las flotas de las empresas, Habeck ha argumentado que la confianza en la planificación a largo plazo es crucial para mantener competitivas las plantas de producción de automóviles alemanas.

Las reglas de la Unión Europea exigen que solo se puedan registrar vehículos neutros en CO2 a partir de 2035, algo que, según Habeck, permitirá a los fabricantes de automóviles hacer planes a largo plazo.

La prohibición de facto de la UE sobre los automóviles nuevos con motores de combustión interna ha sido muy criticada por el sector en Europa. Además, en Alemania las ventas de vehículos eléctricos se han desplomado recientemente después de que expiraran los subsidios que el Ejecutivo alemán otorgaba a compradores particulares.

Tensa calma en Landaben

Todos estos anuncios y movimientos se están siguiendo con una tensa calma en Volkswagen Nafarroa. Por un lado, se lanzan mensajes de tranquilidad en vista de que el proceso de adaptación a la electrificación se está llevando en tiempo y forma, gracias a que se están ejecutando las inversiones previstas.

Asimismo, en el último convenio se recogió que se llegue a combinar en Landaben la producción de coches de combustión con los eléctricos en la misma cadena de montaje. Esa circunstancia transmite a la plantilla cierta tranquilidad, ya que serviría para paliar que las cifras previstas con los coches eléctricos no se lleguen a alcanzar.

Pero, al mismo tiempo, resulta inevitable una cierta incertidumbre, teniendo en cuenta que Volkswagen se muestra dispuesta a meter la tijera en la mismísima Alemania. Cuando salían a relucir posibles deslocalizaciones en el grupo supuestamente para reducir costes, siempre se recordaba que las plantas germanas no eran precisamente baratas y sin embargo, en ellas no se planteaba bajo ningún concepto introducir recortes mediante el cierre de plantas y despidos forzosos.

Parece que ese momento ya ha pasado y que hasta en el país de origen del grupo automovilístico se van a producir recortes.