
El Eibar ya es el de Beñat San José. El técnico donostiarra ha superado los tres primeros escalones –firma del contrato, primer entrenamiento, presentación oficial– y se concentra ya en su primera gran prueba, el partido que enfrentará a Eibar y Racing el sábado en Ipurua, y el trabajo que le han encomendado en la que es su primera experiencia en casa.
En casa con mayúsculas porque conoce bien el estadio, el club y la ciudad, donde tiene familia. Su tío, de hecho, es socio del Eibar «y esto toca más el corazón». «He estado doce años como entrenador por el mundo y eso me ha dado una gran progresión como profesional y como persona. Pero soy guipuzcoano y como guipuzcoano, es un honor muy grande ser entrenador del Eibar –ha afirmado–. Estoy muy orgulloso y vengo con gran ilusión». «Ipurua es un campo que me gusta mucho y al que e venido muchas veces cuando he estado aquí de vacaciones. De hecho, creo que he venido más a Ipurua que a Anoeta», ha añadido el técnico, que incluso como jugador hizo alguna prueba con las categorías inferiores del club armero.
Una vez dado el salto a los banquillos, también ha sido «un gran deseo mío ser entrenador del Eibar. Ha surgido ahora y estoy muy agradecido y con mucha ilusión» ante el «gran reto» que supone dirigir a un equipo al que «tengo una gran admiración por cómo ha progresado, cómo se ha hecho como club en el éxito, los grandes valores que ha tenido, la idea y la filosofía que ha tenido, me siento muy identificado. Como guipuzcoano, es un orgullo muy grande ser entrenador del Eibar –ha subrayado– y vamos a poner todo el esfuerzo, el talento y el empeño».
Mirada proactiva
En su primer contacto con la plantilla, San José se ha llevado «una buena sensación. Los jugadores están tocados y es normal porque los resultados no son los que quiere. Pero a veces el fútbol es así, todos los grandes equipos tienen momentos bajos». El cambio de entrenador tampoco es un trance fácil pero «he visto una actitud muy buena, de tirar para adelante. Los jugadores están muy concentrados, con ganas de trabajar mucho, haciendo autocrítica… He visto un grupo que deja las excusas a un lado y tiene muchas ganas de trabajar».
¿Y en sentido inverso, cuál es el primer mensaje que ha recibido la plantilla? «Lo primero que les he transmitido es que lo más importante es el entrenamiento. El entrenamiento es donde tenemos que subir el nivel y obviamente, tenemos mucho más talento para poder sacar mucho mejores resultados de lo que por circunstancias en estos momentos se ha dado porque anteriormente ya se han dado muy buenos. Les he hecho ver que esta realidad es ficticia y tenemos que ponernos las pilas, ir adelante y tener una mirada proactiva, porque es verdad que hay que hacer autocrítica pero también hay que mirar las cosas buenas que tienen los jugadores, este club, nuestra afición e Ipurua».
En el banquillo de Ipurua debutará el sábado y le gustaría que su sello se notara desde el primer día. Pero, aunque está acostumbrado a «adaptarme rápidamente al entorno y los jugadores porque me ha tocado muchas veces en mi carrera», ésta es la primera vez que llega a un equipo con la temporada ya muy avanzada, con un perfil diseñado por otro entrenador y, además, en una situación delicada. Así que toca ordenar las prioridades. «En cualquier trabajo, el tiempo, la constancia, el buen hacer en el tiempo es lo que más frutos te va a dar –admite–. Pero la plantilla ahora mismo es muy adecuada para lo que yo quiero jugar. Creo que los jugadores se van a adaptar bastante bien. ¿Cuánto de lo que yo quiero ver se va a dar? Espero que lo máximo posible pero sobre todo quiero empezar cumpliendo dos objetivos, que la afición se sienta muy orgullosa del equipo, de su entrega y actitud, y que ganemos los partidos. A partir de ahí, ¿cuándo nos acercaremos a la excelencia que yo propongo? Lo dirá el tiempo pero la competitividad y el sello Eibar quiero que sean ya, los quiero ver este sábado en Ipurua».
Ese fútbol que sí espera ver con más tiempo pasa por «ser un equipo muy intenso y tener la pelota pero con verticalidad para ir a la portería rival. El hecho de estar fuera me ha enriquecido en el fútbol más dinámico, más vertical». Es algo que se ha echado en falta en el Eibar esta temporada, sobre todo por comparación como la anterior, y de hecho el equipo azulgrana es uno de los menos goleadores de la categoría. A nadie se le escapa que se debe, sobre todo, a la pérdida de calidad arriba por el recorte presupuestario pero San José confía en que se pueda «tener un mayor porcentaje de gol», siempre y cuando eso no implique desguarnecer el área propia. «Por buscar el gol no podemos perder el equilibrio y sufrir atrás. Quiero tocar las teclas que hagan que el equipo sea completo. Obviamente desde el equilibrio y desde ese ataque que quiero y que me gusta en mis equipos, intentando ser agresivos y con volumen en llegada. Ojalá sea desde el sábado».
Antes del rey puesto...
Beñat San José llega al Eibar con su preparador físico desde hace nueve años Gastón Lloverás y con Iban Fagoaga, que le acompaña desde su última experiencia en México, como segundo entrenador. «Un hombre de la casa», como le ha definido Amaia Gorostiza, no en vano fue capitán del Eibar, en cuyo primer equipo militó seis temporadas, y entrenó después durante una década en las categorías inferiores azulgranas, comenzando en el banquillo cadete y llegando hasta el filial. Con el navarro «hemos seguido de cerca y hemos hablado mucho sobre el Eibar en este tiempo», ha explicado San José.
Los tres toman el testigo de Joseba Etxeberria, Jorge Pérez y Luis Prieto, de los que se ha querido acordar el entrenador donostiarra. «El fútbol a veces es así. Todos los grandes equipos tienen momentos bajos y ha habido un cambio de staff. Todo el respeto para ellos y seguro que su buen trabajo también lo aprovecharemos nosotros. Son unos grandes entrenadores y de gran valor personal».
Agradecimiento que también han expresado Amaia Gorostiza y César Palacios. La presidenta ha reconocido que su destitución «ha sido una decisión muy dura, muy dificil y casi inédita en el club. Muy a pesar nuestro, los resultados nos han llevado a tomar esta decisión pero quiero reiterar nuestro agradecimiento. La temporada pasada nos hicieron soñar, estuvimos muy cerquita de conseguir el ascenso y se jugó de una manera espectacular y a pesar de que este año empezamos en una dinámica muy buena, al final hemos ido cayendo poco a poco y ha llegado el momento en el que hemos tenido que tomar la decisión que hemos tomado».
Palacios, que «nunca había vivido esta situación como Director deportivo» también ha tildado la decisión de «muy dura» pero ha recordado que «estamos en una situación complicada y hemos actuado con todo el dolor de nuestro corazón pero con la responsabilidad de nuestros cargos».
Respecto a San José, ha destacado «sus ideas, inquietudes y amor por el fútbol» y ha asegurado que, aunque su trayectoria «es internacional, es de aquí, conoce al Eibar, siente al Eibar y desde el primer momento que contactamos transmitió una gran ilusión por entrenar al Eibar. Necesitábamos ese aire nuevo, con conocimiento de un fútbol distinto pero él e Iban han seguido al Eibar y conocen perfectamente lo que somos y la plantilla». Ha explicado que se ha firmado al nuevo cuerpo técnico hasta 2026 «porque nos gusta dar estabilidad y confianza a los proyectos».

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