«Hay gran desolación y desánimo entre los viticultores». Así lo ha reconocido este lunes la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca de Lakua, Amaia Barredo, que ha advertido del impacto «muy fuerte» de las tormentas en los viñedos de Rioja Alavesa.

En una declaración remitida por su departamento a los medios de comunicación, Barredo ha aseverado que, si bien el granizo y las fuertes lluvias han afectado a toda la cuadrilla, la incidencia ha sido más notable en las localidades de Samaniego, Navaridas, Leza y Eskuernaga. 

La consejera ha explicado que el pedrisco provoca una herida en las vides, que facilita la penetración del hongo mildiu cuya incidencia, según la Diputación de Araba, está siendo «muy superior» a la de los últimos años. 

«El hongo afecta al sistema inmune del viñedo, poniendo den peligro la producción de las zonas más afectadas», ha manifestado Barredo, que ha dado cuenta de «años de malas campañas» agravadas por una situación de mercado «complicada». 

«Pero estoy segura de que con la profesionalidad de nuestro sector y el apoyo de las administraciones vamos a salir adelante», ha destacado la consejera.

«Estamos sobreviviendo» 

En declaraciones a NAIZ, Estibaliz Besa, de Bodegas Candido Besa, ha afirmado que la situación actual «es muy mala», y se ha agravado por una combinación de calor y tormentas que ha propiciado la propagación del mildiu. Una afección que no está cubierta por los seguros. 

Sobre el «apoyo» anunciado por Barredo, ha apuntado que, si bien las ayudas siempre son bien recibidas, es preciso tomar medidas estructurales. «Dicen que Rioja Alavesa saldrá adelante, ¿pero cómo? No lo vemos», ha añadido. 

Y ha advertido de que los problemas se repiten año tras año, «y no sabemos cuál será nuestro futuro». «Sobrevivimos», ha destacado antes de hacer hincapié en que las pequeñas bodegas de Rioja Alavesa corren el riesgo de desaparecer: «Hace 30 años éramos 700 y ahora no llegamos a 200».