Una mañana festiva más los ricos aromas se han ido imponiendo en El Arenal tras otra noche de batalla y la pertinente puesta a punto de la mano de la brigada de limpieza. Un centenar de cuadrillas se ha instalado en el epicentro de Aste Nagusia para demostrar su arte ante una cazuela. Este sábado tocaba un clásico del Gastronómico que organiza Bilboko Konpartsak, el marmitako, presente desde el inicio de este prestigioso certamen. Este domingo, por cierto, vuelve otro, el rabo.

Ardua labor la del jurado que ha tenido que catar 93 cazuelas para decidir que la de Loiutik Bilbora era la merecedora del primer premio en la categoría general seguida de Moto Club Aiala, Beti Jai, Domeka Matraka y Baliteki. En comparsas, ha ganado Aixeberri por delante de Txomin Barullo, Sin Kuartel, Txori Barrote y Hau Pittu Hau.

Durante la mañana, coincidiendo con el Gastronómico, ha tenido lugar una cata de Euskal Sagardoa, de la mano de Mikel Garaizabal, con hasta tres pases. Todo un éxito, al igual que la degustación de bonito a la parrilla.

Guisanderos y guisanderas con muchos concursos a sus espaldas y no hablamos de horas en los fogones se han afanado en cocinar la marmita que les situara entre aquellos que han inscrito su nombre entre los mejores.

El secreto mejor guardado

Los ha habido, como siempre, reacios a desvelar la «clave de su éxito», al menos al público en general, o como aireaba un miembro de una cuadrilla, cerca del kiosko donde actuaba la Banda Municipal de Música, la «pócima secreta» que les iba a dar el triunfo frente a sus rivales, como si entre ellos estuviera el mismísimo Panorámix.

Otros no ocultaban –tan solo había que ver el tetrabrik de caldo de pescado encima de la mesa– que su objetivo era pasar un buen día festivo. Primero ha tocado picar cebolla y ponerla a pochar en una cazuela mientras en otra, algunos preparaban un caldo a base de los restos del túnido amo y señor de los mostradores de las pescaderías en verano.

Otros ingredientes se han ido sumando a la olla, como el pimiento verde, al tiempo que el grueso de la cuadrilla pelaba y cortaba con esmero la patata. Hasta en eso ha podido haber fricciones entre el chef principal y los ‘subalternos’ respecto al modo de cascar el tubérculo o la forma de los pedazos.

Todo cuenta a la hora de concursar. Tampoco han faltado los comentarios relativos a la calidad de la patata, un producto ‘exótico’ que los conquistadores trajeron de América, y que pasó de alimentar al ganado a la cocina.

Poco a poco, ha tocado rehogar con mimo la salsa con las patatas y una vez en su punto, añadir el fumé, para los entendidos, que los hay en abundancia. Hamaiketako de rigor mientras el guiso se iba haciendo antes de dar los últimos toques añadiendo el bonito y presentar el resultado al jurado, que por grupos se ha repartido la evaluación. Cerca de las tres de la tarde, se ha conocido la clasificación tanto en la categoría general como en la de comparsas.

Para entonces, cuadrillas y comparsas preparaban las mesas donde van a dar cuenta de las cazuelas, en una tarde en la que se celebran los herri kirolak entre la cohorte de seguidores de Marijaia.

Herri kirolak

La plaza del Arriaga ha sido escenario de la competición en la que comparseras y comparseros han demostrado que aún tienen energía para algo más de fiesta. A la cita, por cierto, no han faltado otros incombustibles, la txupinera y el pregonero. Olatz Agirre y Francis Díez están obteniendo una elevada calificación en esta evaluación continua que es Aste Nagusia. Después de otra jornada ajetreada, hasta han tenido fuerzas para participar en la sokatira.

Precisamente la Bandera Azul que otorga anualmente Bilboko Konpartsak ha ido a parar al grupo de personas que trabajan por mantener el nivel del Certamen Gastronómico, siguiendo la estela de anteriores generaciones.

La Bandera Marrón –la que censura actuaciones contrarias al espíritu festivo– ha recaído en la Policía Municipal. Varias comparseras han tratado esta tarde de entregársela a agentes ubicados en el acceso al recinto por la plaza Ernesto Erkoreka. No lo han conseguido. Mientras ha tenido lugar, cientos de comparseros han coreado insistemente «Bilboko Konpartsak manteroekin bat».