1“Llorar así, interminablemente / derramar los pétalos del llanto. / Llorar hasta sentirnos más libres, más ligeros / bajo el ala del viento. / Llorar bajo los álamos dormidos, / llorar sobre la frente dolorida de un pequeño guijarro. / Llorar, llorar como los ríos”. Son unos versos de “Como los ríos”, de Angelina Gatell (Barcelona, 1926). A los cinco años y a hombros de su padre recuerda la alegría por la proclamación de la República; poeta, mujer de teatro, actriz de doblaje, guionista, fue expulsada de RN y de TVE. 2. “Limpiaste la esperma y te metiste en la ducha. / Diste manotazo al testimonio / pero no al recuerdo. / Ahora / yo aquí, frustrada, / sin permiso para estarlo, / debo esperar / y encender el fuego / y limpiar los muebles. / A mi me harta un poco todo esto / en que dejo de ser humana”. Son unos versos del poemario del 73 “Poemas de la izquierda erótica”, de la guatemalteca Ana María Rodas, voz del feminismo revolucionario y actual ministra de cultura. 3. “Desperté con aquellos espasmos. / Desde mi vientre llamaban hacia fuera. / Me levanté ya con torpeza / abarcando con mis manos el océano; / porque ya rompía aguas: la fuente. / Se dejaba venir el torrente incontenible de la vida”. Son sólo unos versos de “Al parto” de la poeta nicaragüense y antigua guerrillera sandinista Daisy Zamora. Y 4. “Sentir el paso cálido. / Girar / previsora la vista, y saber / que no hay nadie. / Agacharse. Enrollar / el vestido /.../ Mojar / con el chorro dorado, / tibio y dulce la tierra / tan reseca de agosto. / Orinar / era un rito pequeño / de dulzura en el campo”. Son también unos versos desperdigados de “Agacharse”, de la poeta cordobesa del 45 Juana Castro. Formas orgánicas del agua. Aguas.