Una representación del Gobierno municipal, encabezada por Juan Mari Aburto, mantuvo ayer al mediodía una reunión con colectivos de Otxarkoaga para analizar la batería de propuestas planteadas por los vecinos al objeto de paliar carencias históricas del barrio que aún no han sido atendidas. El alcalde repitió en varias ocasiones que están comprometidos. «Queremos hacer cosas» y «tenéis nuestro compromiso», insistió.

Al encuentro, segundo en el plazo de tres semanas, acudieron cinco ediles del equipo de gobierno. Así, por ejemplo, mostraron su disposición a conformar una mesa interinstitucional, «mesa socioeducativa», con el Ejecutivo de Lakua y tratar de buscar la implicación de la Diputación para abordar la problemática de Otxarkoaga. El Consistorio reconoció que los responsables forales son los más reacios a participar.

En el ámbito de la seguridad ciudadana, al margen del plan que se debate para toda la villa, Otxarkoaga dispondrá de 6 policías municipales más buscando la cercanía con los vecinos. En abril-mayo, según apuntaron, se pondrá en marcha un nuevo programa de arraigo por el que 30-35 viviendas serán para jóvenes del barrio que desean instalarse en él.

Además, el Ayuntamiento trabaja en un proyecto para dar uso al colegio público Lope de Vega, que está cerrado, contemplando abrir una residencia para estudiantes durante el curso, transformándose en verano en un hostel. Respecto al Ramón y Cajal, se avanzó que se baraja la posibilidad de habilitar un equipamiento para el barrio relacionado con ocio y tiempo libre.

Asimismo, los responsables municipales contemplan otras iniciativas orientadas a la revitalización comercial, dando otros usos a viejos equipamientos, y en el ámbito educativo.