Joseba VIVANCO
Athletic

«Hay preocupación, no malestar»

Josu Urrutia, que no convocará elecciones antes del verano y no aclara si se presentará, rebaja el grado de enfado de la afición.

«Recibí un golpe en mi tobillo izquierdo. Pero algo me dijo que era mi derecho», soltó una vez Lee Hendrie, ex del Aston Villa, que llegó a ser internacional en una ocasión, curtido en mil y un equipos y ahora defendiendo los colores del Tamworth FC, de la Sexta División inglesa. Parecida sensación es con la que uno sale de las habituales comparecencias de prensa del presidente rojiblanco Josu Urrutia. Siempre amaga en sus respuestas, pero casi nunca da. Uno no sabe si ha dicho que sí, o todo lo contrario. Uno cree que el golpe ha sido en el tobillo izquierdo pero tiene la sensación de que lo fue en el derecho. Pero lo que está claro es que, primero, se prepara a conciencia sus medidas respuestas y un guión del que no se sale; y, segundo, nunca contestará el titular que tú quieres que salga de su boca. Ah, eso y que siempre parece hablar con los socios que piensan como él.

«No me preguntéis más por las elecciones, queda un año y mucho tiempo», rogó después de la enésima cuestión planteada sobre si habrá adelanto electoral y si él se presentará a la reelección. Pues no confirmó ni cuándo acudirán los socios a votar, ni si será candidato. Al menos, sí aclaró, porque algunos medios lo necesitaban para poder dormir, que no habrá urnas antes del verano, «nos queda un 25% de nuestro mandato» y todo apunta a 2019. Si un árbol se cae en el bosque y nadie lo sube a las redes sociales, en realidad no se cayó. Bueno, pues al revés, retuitea a diario la urgencia de un adelanto electoral en el club y parecerá un clamor social.

Josu Urrutia, ya que la urna pasaba por allí, sí aprovechó para enfriar algunas aviesas expectativas al enredar y lanzar un «tampoco sé si me voy a presentar. No lo he decidido y no lo diré hasta que pase muchísimo tiempo». Porque, adquiriendo ya ese tono irónico al que acompaña su media sonrisa ladeada, vino a decir que «no sé porqué esta inquietud por las elecciones... ¡Si serán los socios los que vayan a decidir!... Tranquilidad».

Despejados los balones electorales, que no las incógnitas, tocaba encarar la parte más delicada de su presencia, la del juego del equipo. Y aquí, Urrutia empezó por aquello de que esto «es fútbol» o «no creo» que este sea su peor momento como presidente en lo estrictamente deportivo, y acabó con lo de que «firmamos contratos para cumplirlos», en referencia al de Kuko Ziganda para la actual y una temporada más, pero, elemental querido Watson, «luego se dan situaciones que no puedes imaginar» y aquí lo que se «defienden son los intereses del Athletic por encima de los contratos y las personas». Pero tranquilos, que el empleo del técnico navarro no peligra, pongamos al menos hasta junio, a no ser que se meta en apuros clasificatorios.

Porque para el de Lekeitio en el entorno rojiblanco no existe malestar como tal con el conjunto bilbaino. A lo sumo, puntualizó, «preocupación, inquietud». Y hasta ahí puedo llegar. ¿Los pitos? «Estamos en una zona intermedia y hay partidos por delante para encontrar las buenas sensaciones, y las recuperaremos», dijo convencido.

Una y otra vez recordó que tanto con Marcelo Bielsa como con Ernesto Valverde también hubo momentos de zozobra, pero «nuestra memoria es selectiva». Cierto. Tan cierto como que el presidente se escudó e insistió en que la posición en la tabla no es tan dramática, esquivando la cuestión de que el profundo malestar entre la afición no viene determinado por estar a diez puntos del descenso y los mismos con respecto a Europa, sino por lo que ofrece el equipo y la nula claridad de a qué quiere jugar. Y porque ni engancha ni transmite. Porque cada día ve menos luz al final del túnel.

Optimista a partir del jueves

«No estamos encontrando el nivel de rendimiento regular, pero no entraría en una sensación de excesiva preocupación ni alarmismo. Estamos en una posición intermedia con respecto a la clasificación, no estamos haciendo las cosas bien, podemos hacerlas mejor y en eso estamos. El partido de Moscú fue bueno para la autoestima», reflexionó. Lo que sí confió en que «a partir del jueves consigamos ese nivel de ser un equipo fiable, entero, que no se descompone... un camino a seguir».

En lo que lleva razón es en el orden de prioridades. Primero, el deportivo, y ahí «este equipo ha sido una garantía estos siete años. Hay momentos –como el actual– que hasta son normales, pero esperamos darle la vuelta»; segundo, el institucional, y ahí, reiteró, «queda mucho para las elecciones». Y tanto en lo uno como en lo otro, como con el técnico, «en el fútbol es imposible garantizar nada».

Gran despliegue policial y protestas antifascistas

Tres agentes policiales rusos colaborarán con la Ertzaintza en el dispositivo de seguridad diseñado para el partido de mañana en San Mamés, ante la presencia de varios cientos de seguidores del Spartak moscovita en la capital bilbaina. Unos 600 agentes se desplegarán para tratar de que no se produzcan incidentes, de ellos 500 de la Policía autonómica, además de un centenar de la Policía Municipal. A ellos se sumarán los en torno a dos centenares de miembros de la seguridad privada del estadio, que ha sido duplicada como confirmó ayer el presidente Josu Urrutia. Serán en torno a 2.500 hinchas rusos con entrada, aunque no se descarta la presencia de otros sin ella como ya sucedió en los incidentes ocurridos el año pasado en Sevilla. Respecto a la agresión ocurrida en Gasteiz el martes, el departamento de Seguridad ha confirmado que se trataba de tres aficionados rusos que agredieron a una persona en la tienda de Iraultza 1921 en el Casco Viejo. Hoy, a las 21.00, una kalejira antifascista saldrá de la Plaza Moyua, y mañana, de 19.00 a 20.00, concentración en el cruce Rodríguez Arias con Sabino Arana. J.V.