Raimundo Fitero
DE REOJO

El colchón

Lo del libro de Pedro Sánchez forma parte de la reciente historia de la infamia. Su contenido nadie lo conoce, pero todos hablan desde posiciones ideológicas, políticas y hasta literarias. Basta una frase extractada para hacer un discurso. O dos. Queda claro que está escrito por Irene Lozano, una periodista que fue de UPyD y ha llegado a tener un cargo en el Gobierno de Sánchez y convertirse en su amanuense. Por cierto, que esas siglas antes mencionadas existen con valor de uso y de cambio y dicen que se van a juntar con los de Zape Rivera para ir a Europa. Hay que colocar a los más inútiles en las listas. 

Un senador de Compromís intervino el otro día y durante un minuto solamente dijo una palabra: Catalunya. Hasta ochenta veces lo repitió. Y terminó, «¿Cansa verdad? Pues ha sido solo un minuto, llevamos tres años que aquí solamente se habla de Catalunya, y eso sí que harta». Y lo que seguirán estirando el chicle. El que más Toni Cantó. Odia de manera incontenible a todos y a todo que huela a normalidad democrática y progreso. Es uno de esos personajes más tétricos, un actor de segunda categoría, con un pasado turbio, que quiere ser president de la Comunitat de València. Se hizo sitio en la nómina de aforados al lado de Rosa Díez. La buena noticia es que ha abandonado el Parlamento español para la campaña autonómica. La que abandona definitivamente la vida política es Celia Villalobos. Desde los ochenta ostentando cargos públicos, viviendo a costa del presupuesto. En su juventud militó en la extrema izquierda. Son mudanzas que vemos con una facilidad pasmosa.

Lo del cambio de colchón de la habitación presidencial de la Moncloa es un infame detalle, una banalidad supina. Cuesta entender el valor político de esta anécdota, más allá de comprender que estamos en malas manos.