Jóvenes donostiarras detenidos en 2007 y entre 2009 y 2011, familiares, amigos y representantes del movimiento en favor de los derechos civiles y políticos, Eleak, han comparecido en Donostia en la que han anunciado movilizaciones «en contra de los ataques a los derechos civiles y políticos».

En su intervención, han recordado que, entre octubre y noviembre de 2007, 26 jóvenes donostiarras fueron detenidos por la Policía española, once de los cuales, han explicado, «fueron incomunicados y sufrieron torturas en comisaría». De ellos, 13 fueron enviados a prisión.

En ese sentdo, han denunciado que «durante la incomunicación y mediante sesiones de tortura fueron obligados a firmar lo que los policías quisieron y, basándose en esos papeles, fiscal y jueces abrieron dos sumarios contra ellos».

Un total de 15 jóvenes fueron condenados por el tribunal especial a seis años de cárcel acusados de pertenencia a Segi, y tras recurrir el fallo en el Tribunal Supremo, «hoy en día viven a la espera de que dicho tribunal decida el recurso».

Por otro lado, cuatro de ellos fueron juzgados en la Audiencia Nacional española acusados de participar en la quema de un autobús, de los cuales tres fueron absueltos, excepto el donostiarra Ekaitz de Ibero, que ha sido condenado a 4 años y 3 meses de cárcel en base a la autoinculpación firmada en dependencias policiales y bajo tortura.

A juicio de Eleak, en el caso de Ibero, «una vez más, la justicia española esta utilizando la tortura para encarcelar a un ciudadano vasco».

No obstante, han insistido en que «no es un caso aislado», porque «otros jóvenes donostiarras siguen en la larga lista de personas a juzgar en Madrid, cinco jóvenes de Errenteria van a ser encarcelados en cualquier momento, jóvenes de Burlata van a ser juzgados en febrero en la Audiencia Nacional y son más de cien los jóvenes que viven amenazados de ser juzgados y encarcelados».

Por ello, han anunciado una ronda de contactos con diversos organismos para recabar apoyos y «dar respuesta unitaria a estos ataques» y han llamado a tomar parte en las movilizaciones que se realizarán «en contra de los ataques a los derechos civiles y políticos que se producirán inminentemente», ya que, en su opinión, «estar en la calle es la única manera de presionar a los Estados español y francés y acabar con todas estas injustas situaciones».