El clima político catalán, revuelto desde la reciente comparecencia del president, Artur Mas, se ha enrarecido todavía más esta mañana, cuando el líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y portavoz de CiU en el Congreso español, Josep Antoni Duran i Lleida, ha abogado por retrasar la consulta sobre el futuro de Catalunya más allá de 2014.
El líder democristiano ha recordado la cláusula del acuerdo entre CiU y ERC, según la cual la consulta podría retrasarse si «el contexto socioeconómico y político requiriese una prórroga», y ha declarado que, en su opinión, dicho contexto recomienda un aplazamiento. Duran i Lleida no ha explicado, sin embargo, los motivos que justifican dicho retraso, más allá de señalar que hay que «intentar llegar a la consulta con cuantas más fuerzas políticas mejor».
Las declaraciones de Duran i Lleida -en las que también ha dicho que si se rompe el pacto con ERC buscarán alianzas «con otras fuerzas políticas»- llegan solo un día después de que el mismo líder democristiano declarase en una televisión privada catalana que ERC es su adversario político. «Yo soy adversario de ERC y ERC es adversario mío, somos opciones políticas diferentes, con un modelo de sociedad diferente», declaró.
Pese a no ser la primera vez que Duran i Lleida ocupa titulares con declaraciones de este estilo, las de hoy llegan en un momento delicado, después de que Mas anunciase el martes que tiene la intención de agotar toda la legislatura y que la consulta no sería en cualquier caso vinculante.
La paciencia se agota en ERC
ERC reaccionó con prudencia al anuncio del martes, pero parece que las declaraciones de Duran i Lleida pueden ser la gota que empiece a colmar el vaso. De hecho, el portavoz de los republicanos en Madrid, Alfred Bosch, ha recordado hoy que la consulta se debe hacer en 2014. «Hay un pacto y los pactos se deben cumplir; por lo tanto se debe hacer (la consulta), y si no se hace, consideramos que el pacto no se ha cumplido y por lo tanto, se ha roto», ha señalado.
Las declaraciones de Bosch van en línea con las expresadas estos días por dirigentes republicanos como el diputado en Madrid Joan Tardà, que ayer advirtió de que «si el President no cumple los acuerdos con ERC, seguro que lo pagará caro». En un tono más sosegado, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, señaló esta semana que los republicanos no cierran para nada la vía a unas elecciones plebiscitarias y una declaración unilateral de independencia, vías que Mas rechazó en su comparecencia.