La negativa del Gobierno español a la decisión aprobada ayer por el Parlament para solicitar al Congreso la competencia para convocar referéndums no ha tardado en llegar. En una rueda de prensa junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy ha calificado la proposición de ley catalana de «decisión unilateral» que convierte en «imposible» el diálogo.
«Lo tengo que decir con meridiana claridad, es un proceso continuo de toma de decisiones unilaterales, así es imposible dialogar», ha declarado Rajoy, que ha criticado que en Catalunya se están tomando decisiones «sin comunicarlas absolutamente a nadie y sin querer llegar a ningún tipo de entendimiento».
Al mediodía también ha hablado del tema, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha garantizado que no permitirán «actuaciones contrarias a la Constitución», señalando que democracia es, sobre todo, ceñirse «al marco de la ley».
Sáenz de Santamaria ha dejado clara cuál será la posición del Gobierno y del PP cuando la iniciativa catalana llegue al Congreso, al insistir en que «la soberanía nacional no es susceptible de transferirse o delegarse». «La consulta de autodeterminación no es posible, no puede celebrarse», ha concluido.